Al cierre del primer semestre de 2022, el Índice de Confianza Sectorial se ubicó en 56.2 puntos, reflejando un 10% de más confianza frente al mismo periodo del 2021, cuando se estaba saliendo de los bloqueos que sufrió el país. Este indicador evidencia aspectos positivos y negativos relativamente en la misma proporción impactando los sectores. No obstante, es un resultado 20.7% inferior al promedio del segundo semestre de 2021, cuando se materializó el retorno a los niveles productivos previos a la pandemia de muchas actividades económicas.
El Índice de Confianza Sectorial también va mostrando las tendencias que marcarán el destino de las organizaciones y personas, permitiendo entender la percepción de lo que ven los empresarios, inversionistas y líderes respecto a lo que ocurrirá en lo que resta del 2022. Desde Sectorial se considera que los protagonistas estarán concentrados en los siguientes elementos:
Riesgo hambruna y acceso alimentos: en este primer semestre un tema relevante que se sumó a la inflación en los alimentos fue el posible riesgo de hambruna. La sequía de 2021 en Brasil limitó el suministro de soya al mundo, la baja cosecha de China afectó el trigo, y la guerra Rusia – Ucrania deterioró el mercado de cereales y fertilizantes y las afectaciones climáticas impactaron cultivos como el café en varios países. Pero el problema no está solo en precios, también está en el desperdicio de alimentos. En Colombia anualmente se desperdician 9,76 millones de toneladas que, según el DNP, permitiría alimentar a ocho millones de personas en el mismo período de tiempo.
Entrada en recesión económica global: el Índice también advierte elementos sobre desempeño económico global, altamente amenazado por los impactos de la guerra. “El mundo libre está amenazado y si crees que esto es temporal estás equivocado”, de esta forma se refirió Jamie Dimon, presidente de JP Morgan, a la situación de guerra entre Rusia y Ucrania.
Deterioro en la cadena de suministro, incremento en la inflación, depresión en la capacidad de compra, deterioro en la confianza del consumidor y un agresivo aumento en las tasas de interés son el cóctel que anticipa la entrada en recesión de EE. UU. En el caso de Colombia se encuentran análisis como el de Fitch Ratings que plantea que “los problemas que provocaron la rebaja de calificación de Colombia a grado especulativo el año pasado aún no se han solucionado, a pesar de que el crecimiento del producto interno bruto se encuentra entre los más fuertes de América este año”.
Más cambios en el consumidor: se encuentran también muchos más “insigths” en el cambio del consumidor. Según Euromonitor, en 2021, el 46% afirmó que el cambio climático impactará de forma relevante sus decisiones de compra en los próximos cinco años, lo que implica la necesidad de un “comercio verde”. El “livestream” shopping es una tendencia que se enfoca en la venta de productos en tiempo real a través de comercio electrónico. En China ya representa el 25% del e-commerce. Así mismo, se han anunciado nuevas apuestas en nuestro país, por ejemplo, Amazon iniciaría operaciones directas en Colombia para 2023, generando competencia directa para líderes de la región como Mercado Libre y Linio de Falabella.
Estrés térmico: otro gran protagonista del movimiento futuro es el cambio en la matriz energética. A nivel global, McKinsey estima que la demanda mundial de petróleo llegará a su punto máximo entre 2025 y 2027. McKinsey estima que las energías renovables representarán el 50% de las energías a nivel mundial para 2030 y en 2050 serán entre el 80% y 90%. Si bien en la COP26 se informó que el carbón no seguiría siendo un líder energético por sus impactos ambientales, su demanda está registrando récords debido a que las necesidades de energía del mundo no están siendo suplidas por las renovables. Con 657 GW de nueva capacidad a lo largo de los próximos 10 años, China se consolidará como la principal potencia eólica del mundo. Juniper Research estima que los vehículos a hidrógeno en el mundo pasarán de 60.000 en 2022 a 1 millón para 2027. La OIT señala que el estrés térmico inducirá una reducción del 2,2 % la cantidad de horas de trabajo en el mundo para 2030, significando un impacto de US$2,4 billones en el PIB mundial. En el caso de Colombia, se tiene el compromiso de disminuir de emisiones de gases efecto invernadero estipuladas en los objetivos del Acuerdo de París del 2015, donde busca a 2030 reducirlos en un 51% y en 2050 ser totalmente neutrales.
Tarifas fletes se mantendrán altas: desde las amenazas se mantiene el costo de los fletes marítimos, pensar en precios de flete por contenedor que en promedio en 2019 eran de 1.500 dólares parece algo utópico hoy, si bien después del pico hacia septiembre de 2021 de 11.000 dólares, el precio ha bajado, se encuentra en la actualidad sobre los 6.500 dólares. Las amenazas están en que ahora que Shangai ha reabierto y con este se recupera la demanda por contenedores, la congestión portuaria debería disminuir el próximo año a medida que se entreguen nuevos portacontenedores y la demanda de capacidad se reduzca desde los máximos registrados durante la pandemia, pero no lo suficiente como para restaurar los flujos de la cadena de suministro global al punto en que estaban antes de la pandemia de Covid-19.
Potencial frutas: pese a los resultados negativos en crecimiento del sector agrícola y los impactos por exceso de lluvias en producción y proliferación de plagas, el sector tiene oportunidades en especial en el segmento de frutas. Por ejemplo, en frutas exóticas entre enero a abril de 2022 se exportaron USD 42,4 millones, 15,6% más que en 2021 destacándose la gulupa, la uchuva y la guanábana. El aguacate hass sigue creciendo. Limón Tahití registró 35 millones de dólares en exportaciones en el primer trimestre de 2022, lo que significó un aumento del 89%.
Descargue el Índice de Confianza Sectorial en el siguiente link: https://www.sectorial.co/articulos-especiales/item/450270-as%C3%AD-funciona-el-nuevo-%C3%ADndice-de-confianza-sectorial