El concepto de intimidad artificial fue otorgado por Rob Brooks en su libro “Intimidad artificial: amigos virtuales, romances digitales y casamenteros algorítmicos”. En él, el autor define la intimidad artificial como tecnologías en las que se ven involucradas nuestras necesidades humanas de conexión, intimidad y afecto sexual.
En los últimos años, los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de nuevas formas de intimidad artificial. Estos desarrollos tienen el potencial de cambiar la forma en que nos relacionamos con los demás, tanto en el ámbito personal como en el sexual.
Algunos desarrollos tecnológicos en intimidad artificial
– Chatbots y asistentes virtuales: estos programas informáticos han evolucionado para simular conversaciones humanas. Como por ejemplo Replika y Mitsuku, diseñados para ofrecer compañía y apoyo emocional. Estos recursos marcan un avance considerable en la capacidad de la tecnología para ofrecer apoyo emocional y establecer vínculos importantes.
– Realidad virtual y aumentada: estas tecnologías ofrecen experiencias sensoriales y en el ámbito de la intimidad artificial, están siendo utilizadas para crear entornos virtuales donde las personas pueden interactuar de manera más íntima y personal. Lo anterior, abre nuevas posibilidades para conexiones a distancia que se sienten sorprendentemente cercanas.
– Robótica avanzada: los avances en robótica han llevado a la creación de máquinas cada vez más sofisticadas y capaces de realizar tareas complejas. En el futuro, es posible que estos robots puedan proporcionar compañía y afecto a los seres humanos de una manera que va más allá de lo que se ha visto hasta ahora (Cumbre Mundial de la Inteligencia Artificial como Impulso al Beneficio Global).
Estos desarrollos tecnológicos, ¿qué implicaciones tienen?
Beneficios potenciales
– Mayor accesibilidad a la intimidad: las tecnologías de intimidad artificial pueden brindar compañía y afecto a personas que, por diversas razones, tienen dificultades para establecer relaciones con otros humanos de manera convencional.
– Nuevas formas de experimentación y expresión: estas tecnologías pueden permitir a las personas explorar nuevas facetas de su propia sexualidad y expresión emocional.
– Mejora de la salud mental: la compañía y el apoyo brindados por estas tecnologías pueden ser un recurso valioso para aquellos que se sienten aislados o solitarios, potencialmente mejorando su bienestar mental.
Riesgos potenciales
– Puede generar adicción: existe el riesgo de que algunas personas se vuelvan dependientes de estas tecnologías, lo que podría tener implicaciones negativas para su salud mental y relaciones sociales.
– Potencial para la explotación: las tecnologías de intimidad artificial pueden ser mal utilizadas para explotar a individuos, como en casos de tráfico o abuso sexual infantil.
– Riesgos de discriminación: estas tecnologías pueden ser utilizadas de manera discriminatoria, perpetuando estereotipos y prejuicios existentes.
Los desarrollos en intimidad artificial están transformando la forma en que nos relacionamos. Para aprovechar al máximo estos avances, es importante considerar tanto los beneficios como los riesgos potenciales. La conciencia de los propios límites, el uso responsable y ético de la tecnología, así como la búsqueda de ayuda profesional cuando sea necesario, son pasos esenciales para asegurar que estos avances en intimidad artificial enriquezcan nuestras vidas sin comprometer nuestra salud y bienestar.
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