El gobierno nacional está en mora de entregarle al país una reforma pensional. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), considera que, debido a la complejidad del sistema y los ajustes necesarios para que éste sea más equitativo y sostenible, se deben realizar grandes modificaciones. Sergio Clavijo, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), expresó que esta reforma debería empezar por el cierre paulatino de Colpensiones.
Fuente: www.freeimages.com Autor: Jaclyn Twidwell
La sostenibilidad financiera del sistema pensional colombiano es débil, a causa del plan público de prestaciones definidas que se ofrece a los afiliados al Régimen de Prima Media (RPM), aunque hay que resaltar algunos avances en este punto. Con la reforma de la Ley 100 de 1993, la deuda actuarial del sistema pasó de 297% a 162% del PIB. Luego, con la Ley 797 de 2003, que definió condiciones más estrictas para obtener una pensión, la deuda se redujo a 145% del PIB. Finalmente, el Acto Legislativo 01 de 2005, con el que desaparecieron los regímenes especiales, fijó como límite a las pensiones del RPM los 25 salarios mínimos, lo cual hizo descender la deuda hasta 129% del PIB.
Pero esta mejora en la sostenibilidad, la cual endureció las condiciones para el acceso a los fondos pensionales, incidió en otros aspectos importantes, como la cobertura de la población de bajos ingresos. Además, el país está atrasado en la inclusión dentro de la estructura del sistema, de parámetros acordes con la transición demográfica y la mayor expectativa de vida. Según un informe económico de la OCDE, en Colombia menos de un 40% de la población dispone de una pensión y el 50% de las personas de la tercera edad viven en la pobreza, lo cual refleja la baja cobertura del sistema pensional.
A través de reformas y de programas de ahorro alternativos para la tercera edad y los trabajadores informales de bajos ingresos, se ha buscado mejorar la cobertura, y esto ha representado algunos progresos sobre el bienestar de la población, pero aún con grandes retos para alcanzar mayor equidad y mejores condiciones de vida.
Otro elemento que puede afectar la sostenibilidad financiera del sistema pensional es el movimiento de los afiliados entre regímenes, pues en ciertas etapas de la vida laboral los usuarios pueden recibir ganancias, por la vía de los subsidios, al moverse del Régimen de Ahorro Individual (RAIS) al RPM. (¿Por qué las Personas están Cambiando de Fondos para Pensión?)
El RAIS, por su parte, no genera carga fiscal para el Gobierno Nacional, puesto que las prestaciones pensionales recibidas por el individuo dependen exclusivamente de su capacidad de ahorro y de la rentabilidad del fondo elegido.
La propuesta de Clavijo para la reforma pensional que se piensa realizar durante 2016, plantea que a partir del 1 de enero de 2017 ningún colombiano pueda afiliarse a Colpensiones y que de esta manera se aliviane la carga fiscal que el gobierno debe asumir por su funcionamiento.
El dirigente considera que las otras modificaciones no representarían grandes cambios en el sistema pensional, pues el principal problema radica en mantener en operación a Colpensiones, que concede subsidios del 100% sobre el salario mínimo y de 50 y 60% para salarios por debajo de este nivel.
En este sentido, la OCDE cree que se debe eliminar la competencia entre el plan público de prestaciones definidas y el plan privado de contribuciones definidas, porque genera altos costos e introduce ineficiencias en el sistema. Además recomienda complementar el plan privado con un plan básico de contribuciones públicas que podría irse retirando de manera gradual.
En definitiva, la reforma es necesaria, pero de aprobarse propuestas como la de Anif, el Gobierno Nacional tendría que reforzar y diseñar otro tipo de programas sociales que ofrezcan garantías a las poblaciones que no disponen de los recursos suficientes para financiar su pensión.
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