Los mercados financieros ofrecen múltiples oportunidades de inversión, a menudo de alto riesgo, que no solo afectan al inversor sino también a la economía global. Los productos derivados pueden desestabilizar el sistema mundial, como se experimentó en 2008 con las Obligaciones de Deuda Colateralizada (CDO). Ahora, el surgimiento de un nuevo instrumento de inversión similar genera temores de una nueva crisis financiera.
Un Nuevo Instrumento de Inversión: Los BTO
En 2015, Bloomberg reveló un nuevo instrumento utilizado por grandes firmas financieras llamado “Oportunidad de Tramo a la Medida” o Bespoke Tranche Opportunity (BTO). Este permite al inversor comprar un tramo de mayor calidad de un paquete de créditos colocados por una entidad financiera. Los BTO son similares a los CDO, que fueron responsables de una de las mayores crisis financieras en la historia.
Cómo Funcionan los BTO
Este derivado empaqueta deudas en distintas categorías, permitiendo a los inversores apostar por lo que ocurra con sus préstamos subyacentes. A diferencia de los CDO, en los BTO, la mayor parte del riesgo recae en el inversionista y no en el banco que los vende. El inversionista solicita al banco que construya un instrumento de riesgo, asumiendo las consecuencias de un posible impago. Esto convierte a los BTO en un instrumento de riesgo dentro de la familia de derivados que amplificaron las pérdidas financieras en 2008.
El Riesgo de los BTO
A pesar de la crisis de 2008, el producto financiero conocido como BTO está respaldado por créditos para financiamiento de estudios y compra de vehículos. Según Goldman Sachs, el 21% de los créditos para vehículos que respaldan estos BTO son subprime, es decir, tienen un riesgo de impago superior a la media.
Dudas sobre la Regulación Financiera
La crisis de 2008 llevó a una mayor regulación financiera, pero la aparición de los BTO pone en duda la efectividad de estas medidas. Aunque el riesgo sistémico actual no es tan alto, los BTO podrían generar riesgos similares a los de 2008 debido al deterioro en la calidad de los créditos que los respaldan. Por lo tanto, su control y regulación son esenciales para evitar un futuro colapso.
Aunque es poco probable que los BTO provoquen una crisis de la magnitud de 2008, el riesgo asociado a ellos está presente, especialmente considerando el crecimiento de los créditos subprime. Es crucial mantener una vigilancia estricta y una regulación adecuada para mitigar posibles riesgos financieros.