El contrabando de calzado se ha convertido en una de las principales amenazas para la industria formal en Colombia, afectando su competitividad y sostenibilidad. Se estima que aproximadamente el 25,0% del mercado de calzado está controlado por productos de contrabando e informalidad, lo que genera una competencia desleal para los productores legítimos que deben cumplir con regulaciones fiscales y aduaneras.
Este fenómeno no solo reduce las ventas de los fabricantes legales, también afecta la percepción de calidad del calzado colombiano, comprometiendo la estabilidad del sector. En 2024, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) decomisó más de 28.000 cargamentos de contrabando, con un valor superior a $570.000 millones. El sector del calzado fue uno de los más perjudicados, con aprehensiones que sumaron $54.723 millones, representando el 9,6% del total de mercancías incautadas.