Marzo 16- Aunque ya se esperaba, la designación de Juan Carlos Echeverry como presidente de Ecopetrol no fue bien recibida por el gremio, pues su pasado político y cercanía con el gobierno generan cuestionamientos entre los petroleros.
Juan Carlos Echeverrycommons.wikimedia.org Autor: Mijotoba
El recientemente nombrado presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverri Garzón es economista graduado en 1983 de la Universidad de los Andes, con estudios de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid (España), de Economía Internacional en el Instituto de Economía Mundial en Alemania y con un doctorado en Economía de la Universidad de Nueva York. Fue decano de economía de la Universidad de los Andes, director de Programación Macroeconómica e Inflación del Banco de la República y ministro de Hacienda entre el 2010 y 2012.
Y es el último cargo en la política lo que precisamente pone a dudar a los petroleros del país, desde antes que fuera nombrado ya hacían observaciones sobre su cercana relación con el presidente Santos y la política nacional. El senador Jorge Enrique Robledo, por ejemplo, expresó que no lo considera favorable pues “es inconveniente su profunda posición doctrinaria a favor del neoliberalismo”. Además señaló que sus vínculos con capitales extranjeros y transnacionales tampoco son su mejor carta.
Para los petroleros Echeverry sigue representando los intereses políticos, y ésa es su gran preocupación, pues el negocio petrolero no es su fuerte, así lo manifestó el economista Jairo Parada. Además los analistas han manifestado que el temor es que Ecopetrol se convierta en la caja menor del Gobierno.
El reto para el ex ministro de Hacienda será afrontar la dirección de uno de los cargos más importantes del país, sobre todo en la coyuntura internacional actual por los bajos precios del crudo. Además deberá afrontar problemas al interior de la compañía, como por ejemplo el de la producción, que se vio afectada en 2014, y la negociación con los sindicatos del sector que amenazan con ir a paro.
Para Edwin Castaño, presidente de la Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo (USO), la noticia no cayó muy bien pues indicó que “es una persona más política que técnica en el sector de petróleo. Sabemos de dónde viene y para dónde va, consideramos que podría volver a Ecopetrol la caja menor del Gobierno. Lo que se necesita ahora es alguien que vuelva a la compañía otra vez 100% estatal y que resuelva los problemas existentes, como el de la modernización de la refinería de Barrancabermeja”.Según Jairo Bautista, miembro de la Red por la Justicia Tributaria, “Echeverry es un tipo brillante en términos de finanzas públicas, pero quizás no del tema petrolero. Ahora en su nuevo cargo como presidente de Ecopetrol es probable que sirva como tesorero del Gobierno, es por esto que la iguana está perdiendo esa característica independiente por la que se destacó bajo las presidencias pasadas. Además preocupa que su personalidad intransigente pueda ser conflictiva a la hora de conciliar con los sindicatos de los trabajadores, quienes están amenazando de irse a paro”.
Sin embargo el directivo deberá alejarse de las críticas y afrontar las riendas de Ecopetrol que está atravesando por momentos de ajuste y de cambios por los bajos precios internacionales del crudo. Echeverry deberá resolver temas como el sostenimiento de la rentabilidad de la compañía, la productividad y la eficiencia.
Finalmente, los ojos estarán puestos sobre el nuevo presidente, si la USO decide, como ya lo ha manifestado, entrar en paro. Además la primera decisión transcendental que deberá afrontar será en junio, cuando se define si Ecopetrol continúa o no con Pacific Rubiales.