Muchos alimentos procesados que forman parte de nuestra dieta cotidiana contienen ingredientes prohibidos en otros países debido a su potencial impacto negativo en la salud. Aunque en algunos mercados siguen siendo legales, estos aditivos han sido vetados en varias regiones del mundo por estar asociados con enfermedades graves como el cáncer, daños neurológicos o alteraciones hormonales.
A continuación, te mostramos algunos de los productos y aditivos alimentarios prohibidos en otros países que podrían estar presentes en lo que consumes a diario.
1. Colorantes artificiales: derivados del petróleo en tu comida
Los colorantes artificiales, presentes en una amplia gama de productos como pasteles, bebidas, quesos y dulces, están elaborados a partir de químicos derivados del petróleo, el mismo material usado en combustibles, alquitrán y asfalto. Se han vinculado con cáncer cerebral, deterioro de las células nerviosas y hiperactividad infantil.
Países donde están prohibidos: Noruega, Finlandia, Austria, Francia y Reino Unido.
2. Aceite vegetal bromado: usado en alfombras, no en bebidas
El aceite vegetal bromado (BVO) se usa en bebidas cítricas y energéticas para estabilizar colorantes. Sin embargo, contiene bromo, un compuesto utilizado como retardante de fuego en alfombras. Su consumo prolongado ha sido asociado con daño a órganos, esquizofrenia, pérdida auditiva y defectos congénitos.
Prohibido en: más de 100 países, incluyendo toda la Unión Europea.
3. Bromato de potasio: harina que acorta el tiempo de horneado, pero daña los riñones
Conocido también como harina bromada, se utiliza para reducir los tiempos de cocción en la producción de pan, wraps, chips y productos horneados. Está relacionado con daños renales, cáncer y afectaciones al sistema nervioso.
Prohibido en: Canadá, China y toda Europa.
4. Azodicarbonamida: un aditivo en pan y colchonetas
Este químico tiene un doble uso: se emplea para blanquear harinas y también en la producción de espumas plásticas, como las de tapetes de yoga. Ha sido señalado como potencial desencadenante de asma y problemas respiratorios.
Presente en: pan industrial, comidas congeladas y pastas en caja.
Prohibido en: Reino Unido, Australia y varios países europeos.
5. Conservantes BHA y BHT: prolongan la vida útil, pero dañan las células
Los conservantes BHA (butilhidroxianisol) y BHT (butilhidroxitolueno) son derivados del petróleo y se utilizan para evitar que los alimentos se enrancien. Estudios los vinculan con la oxidación celular, precursora del cáncer.
Presentes en: cereales, mezclas de frutos secos, gomas de mascar, papas deshidratadas y carnes procesadas.
Prohibidos en: Japón, Reino Unido y partes de la Unión Europea.
6. Hormonas de crecimiento rBGH y rBST: leche con efectos secundarios
Estas hormonas se inyectan en vacas para aumentar la producción de leche. Estudios indican que su consumo puede causar infertilidad, debilitamiento muscular y varios tipos de cáncer. A pesar de su uso en Estados Unidos, su inocuidad está en entredicho.
Presentes en: leche, quesos, helados, yogurt y suero de mantequilla.
Prohibidas en: Canadá, Australia, Japón, Nueva Zelanda y la Unión Europea.
7. Arsénico en el pollo: carne más rosada, pero más tóxica
El aditivo roxarsona, derivado del arsénico, se ha utilizado para que el pollo tenga una apariencia más fresca y rosada. Estudios de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) revelan que el arsénico inorgánico puede causar cáncer, daños inmunológicos y problemas endocrinos.
Prohibido en: Estados Unidos (actualmente regulado) y la Unión Europea.
8. Carne con ractopamina: músculo rápido, pero riesgoso
La ractopamina es un fármaco que se administra al ganado para aumentar el crecimiento muscular reduciendo la grasa. Sin embargo, puede causar efectos cardiovasculares y neurológicos en humanos. Aunque su uso continúa en EE. UU., ha sido vetado por más de 160 países.
Presente en: carne de cerdo y res producida industrialmente.
Prohibida en: China, Rusia, la Unión Europea y gran parte de Asia.
Conclusión: ¿Qué puedes hacer como consumidor?
Aunque muchos de estos ingredientes prohibidos siguen siendo legales en varios países, la evidencia científica y las regulaciones internacionales deberían servir como alerta. Para proteger tu salud y la de tu familia:
Promueve una dieta basada en productos frescos, integrales y sin aditivos químicos.
Revisa las etiquetas antes de comprar alimentos procesados.
Prefiere productos certificados como orgánicos o naturales.