Recientemente nos enfrentamos a la suspensión de exportaciones de carbón a Israel, paro transportadores, nuevos temores por racionamiento de energía, la caída de inversiones en el sector salud, contracción en el recaudo de impuestos, posibilidad de importar gas, falta de gobierno corporativo en Ecopetrol, la paralización de exportaciones de ganado en pie, la informalidad y los bajos precios que tienen en crisis financiera en el sector lácteo, los 472 bloqueos en las carreteras hasta agosto de este año, las ganas del gobierno de tocar la regla fiscal y el riesgo de seguir deteriorando nuestra calificación país…estos elementos, junto a otros históricos, son las razones por las que la confianza empresarial en nuestro país es tan baja.
Sin confianza no hay inversión y sin inversión no hay crecimiento. Los datos reflejan una caída de la inversión privada en el 25% y de la inversión extranjera directa en el 28,6%. Para sumar, el Departamento de Estado de EEUU marcó a Colombia como país no recomendable para invertir.
Debido a la baja inversión en Colombia, Fedesarrollo estima que el crecimiento potencial del país es del 2,9%. Nivel inferior al potencial histórico que tenía entre el período 2000 – 2019 que era del 3,7% anual.
Pese a estos elementos, en Sectorial identificamos potencial en 12 sectores debido a la presencia de residentes extranjeros, dinámica agrícola en cultivos tradicionales y frutales, un sector de la longevidad que moverá a nivel global USD 600.000 millones para 2025, las renovables, un ecommerce que sigue expandiéndose a doble dígito y un gasto en mascotas que crece al 150% en algunos grupos poblacionales.
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