La economía global ha sufrido una serie de acontecimientos que han llevado a los analistas a utilizar frecuentemente la frase “recesiones a nivel mundial”.
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La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha puesto en vilo el comercio mundial, ajustando las expectativas de crecimiento a la baja en los países europeos y en Latinoamérica, que es una de las regiones más expuestas a la incertidumbre comercial, dada la alta dependencia comercial con estos países por la exportación de materias primas.
Aunque los dos países han buscado llegar a acuerdos en varias ocasiones, y según lo considerado por varios actores del mercado, a ninguno de los dos les conviene seguir la guerra comercial, no se puede descartar el riesgo de que se intensifique el conflicto.
La economía de la zona euro se ha visto afectada por las tensiones comerciales mundiales por lo que el crecimiento del tercer trimestre se dio a un ritmo moderado. El PIB de los 19 países que hacen parte de este bloque aumentó solo 0,2% entre julio y septiembre sin presentar variación desde el segundo trimestre, agregando un panorama sombrío que sigue con la incertidumbre en torno al Brexit y a la escalada de los conflictos comerciales en el mundo.
Las proyecciones de crecimiento a nivel global siguen siendo bajas, incluyendo tanto las economías desarrolladas como las emergentes, lo que puede traducirse en una debilidad en las exportaciones colombianas que ampliarán más el déficit comercial.
Frente a la economía regional, los conflictos geopolíticos presentados en algunos países latinoamericanos han ocasionado que se genere un ambiente de incertidumbre entre los grandes fondos de inversión que están buscando economías más estables, generando una aversión para invertir, lo que ocasiona una salida de capitales de continuar esa situación.
Latinoamérica es una de las regiones donde mayor depreciación se ha presentado, como ejemplo se tiene Argentina con 36% y Chile con 18%, así mismo, el peso colombiano ha sufrido fuertes devaluaciones en lo corrido del año.
Los descontentos sociales han bajado significativamente las perspectivas de crecimiento y de continuar en esa eventualidad los ajustes fiscales serán más complicados y las economías internas se verán seriamente afectadas.
Referente a la economía colombiana, los actores del mercado prevén un crecimiento de 3,20% para cierre de 2019 y de 3,3% para el 2020, considerando que la economía ha despegado gracias a la dinámica de la demanda interna que ha permitido una reactivación en el comercio.
Sin embargo, algunos analistas advierten una presión fiscal en 2020 si hay una escalada en las protestas sociales, situación que puede empeorar teniendo en cuenta el impacto que tendrán las exenciones tributarias y las dificultades que tiene el Gobierno para reducir el gasto.
Cifras: Banco de la República. Elaboración: Sectorial