La economía mundial sigue mostrando fortaleza en un contexto retador y ha logrado evitar una recesión, aunque su dinámica de crecimiento sí se ha frenado. De acuerdo con las proyecciones más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía mundial se expandirá un 3,0% a cierre de 2023, cifra que implicó una caída de 0,1 puntos porcentuales frente a las estimaciones de julio de 2023. De esta manera, se consolida el aterrizaje suave en la dinámica económica mundial, que ha estado explicado por la resiliencia del consumo, la inversión y el mercado laboral en muchos países.
En particular, se identifican varios elementos que están frenando el desempeño económico en 2023. y se espera que se mantengan en 2024 De un lado, la demanda de servicios que, en un momento se disparó, ha comenzado a ralentizarse, afectando a los países con vocación en ese sector. De otro lado, las restricciones de liquidez asociadas a la política monetaria están afectando al mercado inmobiliario y la inversión y están causando aumentos en los casos de quiebras de empresas. Finalmente, el encarecimiento de ciertas materias primas que tuvo lugar en 2022 se contagió a otros sectores y terminó castigando los indicadores económicos. En particular, las economías que dependen de las importaciones de productos energéticos desde Rusia fueron las más afectadas.
A nivel regional se evidencian marcadas diferencias en la dinámica económica esperada. Por ejemplo, se espera una desaceleración más notoria en las economías avanzadas, especialmente en Europa, aunque en el segundo trimestre creció más de lo esperado (0,3% vs. 0,1%). Sin embargo, Estados Unidos es una excepción dentro de este grupo, pues su mercado doméstico (consumo e inversión) ha mostrado cierta resiliencia. En contraste, las economías en desarrollo y de mercados emergentes tendrán un mejor comportamiento, con excepción de China, donde el deterioro de la confianza y los choques en el mercado inmobiliario han logrado impactar negativamente las proyecciones de crecimiento del país. De hecho, en el caso particular de China, en el tercer trimestre del año se registró un crecimiento del 4,9%, menor al 6,3% evidenciado en el segundo trimestre, que está explicado principalmente por las convulsiones en el mercado inmobiliario.
En adición, el estallido del conflicto entre Israel y Palestina que tuvo lugar a principios de octubre encarna una nueva amenaza para la economía mundial. El alcance de esa amenaza depende de varios factores, como su duración y cuáles otros países se involucrarán, pero, en todo caso, puede derivar en una mayor inflación vía precios del petróleo y una disminución en la actividad productiva.
Fuente: Fondo Monetario Internacional
Para Colombia, el FMI estima un crecimiento del 1,4% en 2023. Tal cifra es superior en 0,4 puntos porcentuales a la proyección de julio (1,0%), pero menor a la de la región (2,3%). En esta misma línea, la CEPAL prevé un aumento en el PIB de Colombia del 1,2% para el cierre del año, el cual es menor al de la región (1,7%). De este modo, en 2023, la economía colombiana crecería un ritmo mucho menor al registrado en 2022 (7,3%), lo cual va en línea con el endurecimiento de las condiciones crediticias y el fenómeno inflacionario que atraviesa. Para 2024, el crecimiento esperado por diferentes analistas del mercado varía entre 1,5% y 2,4%.
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