La tasa de desempleo nacional volvió a cifra de dos dígitos, situación en contra de los objetivos propuestos por el gobierno nacional y, posiblemente, una señal de alerta de un mercado laboral inestable para el 2016, elemento negativo para las perspectivas nacionales.
Fuente imagen: www.freeimages.com Autor: Sebastian Ameghino
Luego de un año la tasa de desempleo nacional volvió a número de dos dígitos, factor corriente si se analiza la constante variación positiva en la cantidad de desocupados luego de la época decembrina. No obstante, el 11.9% en tasa de desempleo, es la cifra más alta correspondiente al mes de enero desde el 2013, y el incremento en el número de desocupados entre los meses de diciembre y enero supera todo registro para este periodo desde el 2008, cuando se vivió una de las peores crisis mundiales.
La situación económica colombiana no pasa por buen momento; la desaceleración económica mundial y la coyuntura energética han calado ampliamente en el mercado colombiano. A pesar de que la industria nacional, principal fuente empleadora del país, ha mantenido un buen ritmo de crecimiento y sostenimiento ante la desfavorable situación económica, el mercado laboral aparenta llegar a niveles alarmantes. Según las cifras obtenidas por Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la variación porcentual en personas desocupadas entre los meses de enero y diciembre incrementó un 37.5%, cifra reveladora de que algo no anda bien, pues ni siquiera en 2008 y 2009, se alcanzó un registro de desocupación tan alto.
Fuente: Dane, Elaboración Propia
Ante esto, la explicación conceptual que soporta el aumento de la tasa de desempleo, para el primer mes del año 2016, se encuentra en el desfasado crecimiento en el nivel de personas desocupadas en el territorio colombiano. No obstante, aunque son múltiples los factores macroeconómicos que pueden guiar a un incremento en el desempleo, es posible afirmar que este suceso es resultado en cierta medida, de las políticas económicas adoptadas por el Banco de la República, pues su lucha contra la alta inflación presentada y el nivel depreciativo de la moneda local ha obligado a su intervención en el mercado por medio del incremento de tasas y monetización de la economía, disminuyendo el efecto dinamizador propio de la actual tasa de cambio. Adicionalmente, la coyuntura económica internacional, que ha golpeado ampliamente los mercados emergentes, ha influenciado la toma de decisiones de desinversión por parte de empresas multinacionales, con presencia en dichos mercados, y de compañías locales, agobiadas por los altos costos, atados a la devaluación, y a la alta tributación propia de estos países.
Ante este panorama, el incremento en el desempleo, propiciado por niveles históricos de desocupación, puede ser un mal presagio y una cifra alarmante para las perspectivas nacionales en el 2016. Por ello, es necesario el replanteamiento de las políticas implementadas por el gobierno nacional en pro de la búsqueda de un mercado laboral estable que permita dinamizar la economía y lograr las tasas de crecimiento económico esperadas.
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