Según información de Camacol, la construcción de 250.000 VIS estaría en riesgo por el alza en los precios del acero. El Índice de Precios a la Construcción de Edificaciones creado por el DANE presentó una variación de 4,24% frente a diciembre de 2021. De acuerdo con cifras de la Cámara de Acero de la ANDI, el 65% de la demanda de acero del país proviene de las siderúrgicas nacionales. En el primer trimestre de 2022 el valor de las importaciones de acero creció 66,4%, aunque la cantidad importada permaneció relativamente estable.
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El sector de la construcción ha sido uno de los impulsores de la reactivación económica después del impacto de la pandemia en el país (Sector Constructor Genera Uno de Cada Cinco Empleos en Colombia), en el 2020 y el 2021 se rompieron récords históricos en cuanto a la venta de vivienda nueva, principalmente en el segmento de Vivienda de Interés Social (VIS); sin embargo, las constructoras atraviesan un difícil momento por cuenta del alza de los costos de producción. A cierre del 2021, el índice de Costos a la Construcción de Vivienda presentado por el DANE tuvo un aumento anual de 6,8% impulsado por la variación en los precios de alambres (28,34%), mallas (23,93%) y hierros y aceros (22,86%).
Recientemente la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) alertó que el alza en los precios del acero pondría en riesgo la construcción de 250.000 VIS (Camacol Proyecta la Comercialización de 250.000 Viviendas en 2022). Este segmento se ve particularmente afectado debido a que las edificaciones pequeñas requieren de mayores cantidades de acero por metro cuadrado para ganar estabilidad. De acuerdo con el Comité de Acero de la ANDI, el material tiene una participación promedio de 9,95% en la estructura de costos de los proyectos de construcción de VIS y de 4,69% para la No VIS.
Por otro lado, los proyectos de VIS tienen márgenes más limitados para enfrentar problemas de sobrecostos, lo que hace que las unidades prevendidas que fueron estructuradas en años anteriores con una expectativa más optimista de precios del acero y otros agregados se enfrenten actualmente a la reducción de los márgenes de ganancia o a la inviabilidad financiera.
Los constructores han cuestionado el papel del sector siderúrgico nacional que es representado por 5 empresas: Acerías Paz del Río, Gerdau Diaco, la Siderúrgica de Occidente, el Grupo Siderúrgico Reyna y Ternium, estas son responsables del 65% de la demanda nacional de acero y han manifestado que el abastecimiento del insumo está garantizado, sin embargo, el problema del alza de las cotizaciones del hierro y el acero es mucho más complejo y es causado por factores nacionales e internacionales.
A nivel internacional los precios de los insumos de construcción comenzaron a volatilizarse debido a la pandemia, la crisis de los contenedores y el aumento de la demanda china de acero y chatarra ferrosa. Este último elemento elevó sus importaciones produciendo un déficit de oferta global, que también fue aumentado por la mayor demanda de los países que apoyaron sus procesos de recuperación económica en la construcción de infraestructura.
En 2022 la problemática se ha visto agudizada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, países que tienen gran peso en las cadenas globales de producción de acero debido a que el primero es el noveno mayor exportador de mineral de hierro del mundo y el segundo es el octavo mayor vendedor de acero bruto, lo que ha empujado el alza internacional de los precios.
Colombia también se está viendo afectada por esta situación y por el alza de la tasa de cambio, aunque la cantidad importada de acero se ha mantenido relativamente estable incrementándose en menos del 4% en el primer trimestre del 2022, el valor monetario de las compras exteriores de estos insumos creció 66,4% alcanzando los USD$343, 7 millones.
Además, aunque en los últimos años las siderúrgicas han dejado de importar mineral de hierro, estas se han visto afectadas por la escasez de un producto altamente demandado en los mercados globales e indispensable para el sector de hierro y acero nacional, la chatarra ferrosa. Las siderúrgicas han encendido las alarmas recientemente ante un futuro desabastecimiento del material debido al aumento de las exportaciones de este.
Aunque debido al impacto de la pandemia el gobierno decidió establecer un límite a la exportación del insumo, la reglamentación solo tendría vigencia hasta septiembre, dificultando mucho más la disminución de los costos de producción tanto para las siderúrgicas como para el sector de construcción (¿Qué Esperar de los Sectores Económicos en 2022?: Industria, Comercio, Turismo, Construcción)
