De acuerdo con las más recientes estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía mundial crecerá un 2,8% a cierre de 2023, cifra que significó una leve reducción con respecto a las proyecciones hechas por la entidad a principios de año, cuando estimaban un crecimiento del 2,9% anual. Además, si las condiciones en el sistema financiero se complican, la economía mundial podría crecer un 2,5% frente a 2022. En este contexto, las estimaciones del FMI y de otros expertos parecen alejarse de los temores de una recesión global, como se creía a finales de 2022. De acuerdo con analistas del Foro Económico Mundial, el 45% de los expertos ven probable que se produzca una recesión, pero otro 45%, lo considera improbable.
Por regiones se prevé un comportamiento mixto. En el caso de Asia, se espera el mejor desempeño, que estaría explicado por la apertura de China. De hecho, “más del 90% de los economistas principales esperan al menos un crecimiento moderado tanto en Asia oriental y el Pacífico como en Asia meridional”. Las proyecciones para Europa son menos optimistas, donde el 75% de los analistas ven el 2023 como un año de crecimiento débil o muy débil para región, que continuaría afectada por la guerra entre Rusia y Ucrania. En efecto, en el primer trimestre del año, la economía europea tuvo un crecimiento del 0,1%, cifra que fue menor a la esperada por analistas (0,2%), pero que alejó un poco al continente de entrar en una recesión económica.
Para Estados Unidos se espera que la incertidumbre en torno a la estabilidad financiera y la política monetaria afecten el crecimiento económico. De acuerdo con cifras de la Oficina de Análisis Económico del país, la economía estadounidense creció un 1,1% anual a cierre del primer trimestre de 2023. En este contexto, se espera que la economía continúe enfriándose en el restante del año y la posibilidad de una recesión para finales de 2023 se mantiene latente. De hecho, las minutas de la reunión de la Reserva Federal que tuvo lugar en marzo de 2023 revela que la entidad proyecta “una leve recesión comenzando a finales de este año, con una recuperación en los próximos dos años”.
En el caso de América Latina y el Caribe, el FMI estima un crecimiento económico del 1,6% en 2023, bajando así en 0,2 puntos porcentuales con respecto a las proyecciones hechas por el organismo en enero. De acuerdo con la entidad, la dinámica económica de la región “se verá limitada por una desaceleración en los socios comerciales, en particular Estados Unidos y la zona del euro. Además, siguen predominando los riesgos a la baja”. En este mismo sentido, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) explica que “la proyección de crecimiento de 2023 para la región está sujeta a riesgos a la baja ante la posibilidad de que resurjan y se acentúen las turbulencias del sistema bancario global -o del sistema financiero en su conjunto- lo que resultaría en un endurecimiento más persistente de las condiciones financieras mundiales, con los consecuentes impactos sobre el acceso y costo de financiamiento. Junto a los riesgos financieros, persiste la incertidumbre respecto de los efectos -sobre el mundo y sobre la región- que pudiera conllevar la prolongación de la guerra en Ucrania y el aumento en la fragmentación geoeconómica sobre el crecimiento económico, los precios de las materias primas y el comercio mundial”.
Por su parte, si bien el Banco Mundial y la Organización de Naciones Unidas (ONU) corrigieron al alza las estimaciones de crecimiento de la economía latinoamericana para 2023, en todo caso se evidencia una marcada desaceleración con respecto a 2021. En el caso del Banco Mundial, el pronóstico de crecimiento pasó de 1,3% a 1,4%, mientras que, para la ONU, las estimaciones pasaron de 1,1% a 1,3%. Del mismo modo, la CEPAL prevé un crecimiento en la región del orden del 1,2%, menor en 0,1 puntos porcentuales a la proyección hecha a finales de 2022. Para 2024, se espera que, en la medida en que la inflación ceda, el producto también pueda retomar su senda de crecimiento a largo plazo. En particular, el FMI prevé un crecimiento del 2,2% en 2024, mientras que, para el Banco Mundial, será del 2,4% (Confianza Sectorial en Colombia se Redujo un 26,26% en Abril de 2023).
En este contexto, Colombia se encuentra entre los países cuya tasa de crecimiento proyectada para 2023 se corrigió a la baja por parte de organismos internacionales. En el caso de la CEPAL, a cierre de 2022 se estimaba que la economía colombiana crecería un 1,5% en 2023, pero en la actualización de abril se estimó un crecimiento del 1,2%. Del mismo modo, el Banco Mundial corrigió a la baja su proyección de crecimiento para el país en 0,2 puntos porcentuales, mientras que el FMI lo hizo en 0,1 puntos porcentuales. El comportamiento de la actividad económica estaría explicado por el incremento en las tasas de interés por parte del Banco de la República, el fenómeno inflacionario y la depreciación del peso frente al dólar.