- Buenaventura enfrenta limitaciones estructurales que podrían afectar su competitividad frente al puerto de Chancay.
- En Perú se inauguró el megapuerto de Chancay con una inversión de US$3.400 millones.
- La nueva infraestructura está diseñada para fortalecer las conexiones comerciales entre Sudamérica y Asia, con un calado de 17,8 metros
El megapuerto de Chancay, inaugurado recientemente en Perú, marca un hito significativo en la logística y el comercio internacional en América Latina. Ubicado a 70 kilómetros al norte de Lima, este puerto fue construido con una inversión total de US$3.400 millones, liderada por Cosco Shipping Company, una empresa estatal china. Concebido bajo la “Iniciativa de la Franja y la Ruta” de China, busca fortalecer las conexiones comerciales entre Sudamérica y Asia.
El complejo portuario cuenta con 15 muelles, oficinas, servicios logísticos y un túnel de 2 kilómetros para facilitar la salida de carga. Su calado natural de 17,8 metros lo posiciona como una de las instalaciones más avanzadas del Pacífico latinoamericano, capaz de recibir embarcaciones de gran calado y movilizar altos volúmenes de carga. Este proyecto no solo ubica a Perú como un nodo clave en la logística regional, sino que también representa un paso estratégico en la expansión de la presencia china en América Latina. Las operaciones del puerto comenzarán oficialmente en 2025, y se espera que agilicen el comercio entre Asia y América, reduciendo costos y tiempos de transporte.
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La creciente presencia de China en la región, a través de la empresa estatal Cosco, plantea preocupaciones para Estados Unidos, que considera el puerto como un posible punto estratégico para fines militares, además de comerciales. Este puerto refuerza la influencia china en América Latina y podría alterar las rutas comerciales tradicionales, lo que amenaza la competitividad de otros puertos en la región, como los de Chile. Sin embargo, las decisiones sobre la operación del puerto, ahora bajo control exclusivo de Cosco, han generado críticas internas en Perú, donde se cuestiona la soberanía nacional y la falta de transparencia en la gestión portuaria. Además, las comunidades locales enfrentan un impacto negativo, con la amenaza de expropiaciones y el deterioro de sus recursos pesqueros, lo que pone en evidencia las tensiones entre el desarrollo económico y los intereses sociales y ambientales.
La inauguración del puerto de Chancay podría generar importantes desafíos para Colombia, especialmente para el puerto de Buenaventura, que actualmente enfrenta limitaciones estructurales. A diferencia de Chancay, Buenaventura tiene un calado de 13,5 metros en su bahía externa, lo que restringe la llegada de buques de gran capacidad. Aunque se han propuesto proyectos para profundizar el canal de acceso a 16,5 metros en la bahía interna y 17,6 metros en la externa, estas obras no estarán concluidas antes de 2026.
La falta de profundidad en Buenaventura disminuye su competitividad en el contexto latinoamericano, según indicó Víctor Julio González, director del Comité Intergremial de Buenaventura. Lo anterior podría convertir al puerto en un terminal “feeder”, donde solo atracan embarcaciones de menor calado, incrementando los costos logísticos al depender de transbordos en puertos como Chancay o Posorja, en Ecuador.
Por otro lado, María Isabel Ulloa, directora ejecutiva de ProPacífico, enfatiza que la competencia regional afecta directamente a Buenaventura y subraya la necesidad urgente de avanzar en el dragado para evitar una mayor pérdida de carga contenerizada y su impacto negativo en el comercio exterior. Actualmente, Buenaventura maneja el 38% del comercio exterior de Colombia, pero esta participación ha disminuido en los últimos años debido a la creciente competitividad de otros puertos de la región.
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Adicionalmente, esta situación podría tener efectos significativos en la economía local y el empleo formal en Buenaventura, una región que depende en gran medida de las operaciones portuarias. El rezago en infraestructura también pone en riesgo las rutas competitivas para exportaciones clave como azúcar, café y frutas tropicales.
Sin embargo, algunos expertos, como Liborio Cuéllar, gerente de la Sociedad Portuaria de Buenaventura, ven en la inauguración de Chancay una oportunidad para acelerar las mejoras necesarias en el puerto colombiano. La implementación de proyectos como el dragado, la doble calzada Buga-Buenaventura y el tren del Pacífico podría reforzar la competitividad de Buenaventura en el largo plazo.