Fortalecer el talento humano en salud no es un objetivo que pueda ser alcanzado únicamente por acciones que se tomen al interior de los actores del sistema como las EPS, las IPS y las instituciones del Estado. Es poco probable que el país pueda resolver problemas como la escasez de personal cualificado en el sector salud si dentro del sector educativo no se llevan a cabo estrategias que transformen la manera en que hoy se forma los profesionales de medicina, enfermería y demás áreas relacionadas con la salud humana.
El sector educativo es el que produce la oferta de talento humano en salud y es determinante frente a la cantidad de las mujeres y hombres que pueden desempeñarse como técnicos, tecnólogos y profesionales en salud en el país, así como también de la calidad y pertinencia de su formación. El número de carreras y los cupos de matrículas se define en el juego de demanda y oferta del mercado educativo, que es relativamente autónomo frente a lo que sucede en el sector salud, por lo que es normal que surjan externalidades y asimetrías de la información que limitan la cooperación entre ambos sectores.
Como señala la Política Nacional de Talento Humano en Salud de Colombia (2018), una de las dificultades que tiene el sector educativo a la hora de resolver problemas como la escasez de talento humano en el sector salud es que “la reacción del mercado educativo ante los cambios del mercado de servicios (salariales por ejemplo) tiende a ser tardía y está determinada por la limitada información disponible para los demandantes de educación, dado que un proceso de producción de recursos humanos requiere de planeación y formación en el mediano plazo”.
Este es un problema que no se limita al sector salud, sino que afecta también a otras actividades, uno de los retos más grandes del sector educativo es encontrar la correspondencia adecuada de su oferta de graduados con las necesidades del mercado laboral. Actualmente, el sector educativo de Colombia evoluciona a un menor ritmo que los demás sectores productores de bienes y servicios y unas de las razones detrás de este comportamiento son la existencia de barreras normativas y la desfinanciación de las universidades, tanto públicas como privadas. (¿Están las Universidades Realmente Preparadas para Formar a las Personas para los Trabajos del Futuro?)
La anterior no sólo está relacionado con la cantidad de graduados que genera el sector educativo cada año, sino también con la pertinencia de las áreas, los currículos y los temas de profundización. Por ejemplo, según afirmaciones de Carlos Alberto Palacio, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, en el sector salud se observa como los profesionales médicos del país no se forman en toda la red de servicios, para que adquieran capacidades y competencias, sino que se concentran en la atención de alta complejidad, por lo que no tiene habilidades para la atención primaria, por esta razón el componente humanístico se está perdiendo y carecen de elementos resolutivos. (Al Parecer, la Falta de Especialistas en Salud No es una Situación Grave en Colombia)
Hay que señalar que esta profundización del enfoque en la formación para la atención de alta complejidad en Colombia, se debe también a un problema de falta de infraestructura que involucra tanto al sector educativo como al sistema de salud. La mayoría de los hospitales universitarios del país son de alta complejidad y sólo unos pocos ofrecen servicios de mediana complejidad en áreas como medicina interna, cirugía general, pediatría y ginecología, por lo que los profesionales de la salud en formación tienen pocas posibilidades de acercarse a las realidades de la atención primaria, excepto por las prácticas rurales donde los problemas de habilitación de servicios impiden resolver muchas de las necesidades de los pacientes, limitando la prestación de los servicios y las posibilidades de aprender de los y las estudiantes de medicina (Colombia es el Peor País de la OCDE en Cuanto a Cantidad de Profesionales de la Salud)
Por otra parte, las universidades y hospitales universitarios se ubican principalmente en las áreas urbanas de Colombia, por lo que es mucho más difícil para una persona que proviene de un área apartada del país acceder a la formación, además de que las dificultades de trabajo en los entornos rurales también terminan llevándolos a preferir laborar en las ciudades, conllevando así la mayor escasez de profesionales de la salud y especialistas que hay en algunas regiones del país.
En conclusión, el fortalecimiento del talento humano en salud en Colombia presenta desafíos que van más allá de las acciones internas de los actores del sistema de salud. La transformación de la formación de profesionales de medicina y áreas relacionadas requiere de estrategias implementadas en el sector educativo. La cooperación entre ambos sectores y la coordinación frente a las necesidades de formación del talento humano son vitales para solucionar las deficiencias que hoy tiene el personal médico, para que su formación sea más acorde con las necesidades de la población y con los objetivos del sistema de salud.