Resurgió el caudillismo político; figuras como Donald Trump, Xi Jinping, Vladimir Putin, Narendra Modi, Jair Bolsonaro; son algunos de sus ejemplos. Su marcada personalidad ha sido empoderada por las redes sociales; pues la polarización es rentable, genera más interacción frente a los contenidos moderados.
Este caudillismo es el nuevo orden mundial. La ONU está en su ocaso, fue una organización concebida para el mundo de 1945 y no se ha reformado para el globo de 2025. La visión de posguerra no aplica en la actualidad.
El mayor exponente de este nuevo orden, en la actualidad, es el presidente Donald Trump, quién sabe lo que está haciendo, no es tonto, su estilo de gobernar puede ser caótico, pero es impulsado por su personalización, entiende el sentimiento popular y sabe sacarle provecho. Su principal apuesta es el homeshoring.
Para competir en el nuevo orden global, Latinoamérica tendrá que integrarse para facilitar el comercio y navegar las restricciones de EEUU; y debe buscar mercados no tradicionales con alto potencial como los emergentes asiáticos, países del golfo pérsico e India.
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