La finalización del conflicto armado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – FARC- trae consigo ideales de cambio importantes para el desarrollo económico nacional, permitiendo la potencialización de sectores económicos fundamentales y generando interés de inversión en agentes extranjeros que podrían ver en el país un interesante escenario para la rentabilidad de sus capitales.
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Autor: Svilen Milev
El fin del conflicto armado más antiguo en territorio nacional tendría beneficios económicos sobre el bienestar de la sociedad colombiana, tales como la eliminación de obstáculos que impiden el desarrollo económico y social, la reducción del costo de guerra, que generaría un presupuesto mayor para otros sectores económicos, y la aparición de oportunidades para potencializar y desarrollar el su sistema económico. No obstante, estos podrían verse limitados si no se logra incrementar la seguridad de la ciudadanía disminuyendo la violencia y el crimen organizado, situaciones que influencian negativamente la actividad productiva del país.
De darse una situación positiva tras la firma del acuerdo de paz, gran parte del mercado internacional tendrá su mirada puesta sobre el desenlace del proyecto, el cual permitiría generar un escenario de confianza y prosperidad para las inversiones extranjeras en el país, a partir de un menor nivel de riesgo. Este, es usualmente determinado por el índice de bonos de mercados emergentes (EMBI), ya que es el principal indicador de riesgo país y compara la diferencia de tasa de interés que pagan los bonos denominados en dólares, emitidos por países subdesarrollados, y los Bonos del Tesoro de Estados Unidos, los cuales son considerados “libres de riesgo”.
Colombia, desde diciembre de 2014, posee un EMBI superior a los 200 puntos porcentuales debido principalmente a la coyuntura petrolera que ha golpeado intensamente el desarrollo económico nacional y las finanzas estatales. Por ello, este proceso de paz se convierte en aliciente para la disminución del nivel de riesgo país y mejores calificaciones crediticias, bases importantes para orientar el crecimiento económico nacional. Sin embargo, en el caso de que el proceso de paz en Colombia sufra tropiezos, seguramente bajará la calificación de riesgo al país, ocasionando un panorama oscuro en el rubro de inversión extranjera, lo cual desvelaría problemáticas cambiarias e inflación, grandes temores del Banco central colombiano. Como se observa en el gráfico a continuación, durante agosto, mes en que se anuncia el acuerdo final del conflicto, la percepción de riesgo de inversionistas extranjeros en el país disminuye importantemente, reflejando el impacto que podría tener el correcto desenlace del acuerdo pactado.
Fuente: JP Morgan
De esta forma se observa la afectación del grado de inversión en el país ante el desarrollo del proceso de paz local, el cual debe ser acompañado por la intención de conservar e impulsar los proyectos de infraestructura 4G, que son el factor determinante actualmente para este rubro de las finanzas estatales. Además, la participación de capitales extranjeros en la economía colombiana es ampliamente sensible a la credibilidad que se posee en el gobierno e igualmente el indicador de riesgo país. Por ello, la disminución de eventos delincuenciales propios de este conflicto permitirá el desarrollo socioeconómico necesario en Colombia, con la importancia de la contribución y confianza de inversionistas extranjeros.
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