La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en enero de 2017 marcó un giro radical en la política exterior y comercial del país. Su enfoque nacionalista y proteccionista generó una gran incertidumbre en el panorama económico mundial, especialmente para los países con fuertes lazos comerciales con EE. UU., como es el caso de Colombia.
El Impacto de un Discurso Nacionalista y Anti-Globalización
Durante su campaña y posterior mandato, Trump promovió políticas orientadas a restringir la inmigración, renegociar tratados comerciales y aumentar aranceles a productos importados. Estas decisiones reflejaban una visión proteccionista centrada en revitalizar la industria estadounidense a través de la reducción del comercio exterior y el endurecimiento de las condiciones para países socios.
La anulación del Acuerdo Transpacífico y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) fueron señales claras del nuevo rumbo comercial. Estas medidas buscaban priorizar la producción local y generar empleo en territorio estadounidense, lo que suponía un reto para economías emergentes altamente dependientes del comercio con EE. UU.
¿Qué Riesgos Enfrentan las Empresas Colombianas?
Colombia tiene una alta dependencia del comercio con Estados Unidos. De hecho, más del 29% de sus exportaciones están dirigidas a este país, especialmente en sectores como confecciones, textiles, agroindustria, empaques, productos farmacéuticos y manufacturas. Asimismo, el 70% de las remesas que recibe Colombia provienen de migrantes en EE. UU., lo que representa aproximadamente el 1,5% del PIB nacional.
El endurecimiento de las políticas migratorias y comerciales podría afectar directamente estos flujos económicos. Una disminución de las exportaciones, un menor envío de remesas o el aumento de aranceles a productos colombianos pueden generar efectos negativos en la balanza comercial y en el ingreso de divisas al país.
Empresas Colombianas en Riesgo y Oportunidad
Actualmente, más de 600 empresas colombianas exportan productos a Estados Unidos, beneficiándose del Tratado de Libre Comercio vigente desde 2012. Entre los sectores con mayor participación están:
- Textiles y confecciones
- Agroindustria (frutas, pescados, derivados del cacao, panadería)
- Manufacturas y empaques
- Farmacéuticos y aparatos industriales
- Servicios digitales y desarrolladores tecnológicos
Estas empresas podrían verse afectadas si EE. UU. restringe sus importaciones o modifica las condiciones arancelarias, reduciendo su competitividad frente a productos nacionales o de otros países.
Sin embargo, también existen compañías colombianas con presencia en Estados Unidos que podrían beneficiarse de las políticas proteccionistas, al operar directamente dentro del mercado estadounidense. Entre ellas destacan:
- Argos, que posee el 10% de la capacidad de producción de cemento en EE. UU.
- Tecnoglass, líder en productos de vidrio arquitectónico
- Grupo Phoenix, Alpina, Carvajal, Bavaria y Avianca, con operaciones o inversiones significativas en territorio norteamericano
Estas empresas, al estar radicadas en EE. UU., podrían enfrentar menor competencia de importaciones y aprovechar la preferencia por productos locales promovida por el gobierno de Trump.
¿Qué Debe Hacer Colombia Ante Este Escenario?
Ante un panorama incierto y cambiante, Colombia debe diversificar sus destinos de exportación y fortalecer las relaciones comerciales con otras economías emergentes. Reducir la dependencia de Estados Unidos permitirá mitigar el impacto de cambios políticos o económicos en ese país.
Además, es clave impulsar políticas internas que incentiven la innovación, la productividad y el desarrollo de cadenas de valor nacionales con capacidad de competir globalmente.
Las políticas comerciales de Donald Trump representan tanto riesgos como oportunidades para las empresas colombianas. Mientras algunas podrían enfrentar barreras más altas para acceder al mercado estadounidense, otras pueden encontrar ventajas al operar dentro del mismo. En todo caso, la diversificación de mercados y la estrategia de internacionalización serán claves para fortalecer la economía colombiana en el contexto global actual.