El desempeño del sector lácteo al cierre de 2023 evidenció lo frágil y los problemas estructurales que lo acompañan. El PIB de la elaboración de productos lácteos en 2023 decreció un 7% comparado con el 2022. Este desempeño se explica en gran parte por la inflación que impulsó a la baja la demanda, que cual decreció, en toneladas, un 12,8% en el mismo periodo. En esta misma línea se mantuvo el acopio de leche el cual cayó en 1,3%; una cifra parcial teniendo en cuenta y según Fedegan que estas cifras consolidan el 44% del total de la producción nacional, el restante se mueve bajo la informalidad. En relación con las expectativas futuras, se prevé un descenso en la producción de leche a nivel nacional por el impacto de la inseguridad en varias regiones del país, la inestabilidad climática y la salida o cambio de actividad de productores primarios, acción que facilitaría la recuperación de los precios de la leche cruda en lo que resta de 2024.
Por ahora, el sector lácteo nacional deberá afrontar retos que implican cambios estructurales e integrales de los cuales algunos ya se encuentran en desarrollo y entre lo que cabe destacar: mejorar la competitividad del sector vía tecnificación, lo que mitigaría de paso el impacto de las importaciones y favorecería la apertura de nuevos mercados; fomentar la formalización del sector y afianzar la articulación entre los actores de la cadena, productores primarios e industria transformadora.