El crecimiento poblacional y el cambio climático han puesto de manifiesto un problema cada vez más urgente: la dificultad de acceso al agua dulce. Según la Organización de las Naciones Unidas, en 2018 hubo 263 conflictos por el agua en el mundo, cifra que fue el triple del número de confrontaciones que ocurrieron entre los años 2000 y 2009. Además, el agua tiene un enorme potencial como fuente de tensiones entre países pues, según el Global International Waters Assessment, el 60% del agua del mundo está en territorios fronterizos. Frente a este panorama surge la duda de si la próxima guerra mundial será detonada por la escasez de este preciado recurso.
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El siguiente mapa presenta los países según su nivel de estrés hídrico.
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