A pesar de los resultados obtenidos en el reciente plebiscito, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, afirmó que se dará continuidad al proceso del fin del conflicto con las Farc EP. Por lo tanto, las incertidumbres en torno a las garantías de cumplimiento de lo acordado se conservan.
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Hace algunos meses el anuncio por parte del Frente Primero de las Farc EP, de no aceptar lo acordado en La Habana, generó incertidumbre sobre el correcto desenlace del proceso para el fin del conflicto con el grupo guerrillero. Ante esta situación, la incertidumbre rondaría frente al asunto de la disidencia a lo acordado y la reincidencia de actos delictivos en un futuro. De acuerdo con el comandante de las Farc, Leider Méndez, el 60% de dicho frente huyó porque no estaba de acuerdo con el proceso de paz, convirtiéndose en un grupo totalmente al margen de la organización guerrillera, que factiblemente se uniría al ELN o realizaría algún acuerdo con las mafias para continuar su actuar delictivo.
Este caso es muestra de la inconformidad de algunos integrantes del grupo guerrillero, lo que permite pensar en la posibilidad de igual decisión por parte de sus “camaradas”, recreando una atmósfera de temor sobre la continuidad del conflicto que lleva más de 50 años en territorio colombiano o la creación de nuevos grupos al margen de la ley que limiten los posibles factores positivos que se generen a partir de la firma del acuerdo. Además, a pesar de que los negociadores no han declarado sobre un cálculo previsto, analistas creen que al proceso no se uniría entre el 10% y el 15% de los actuales hombres armados de las Farc, recordando que, en el proceso realizado con las paramilitares, cerca del 30 % de los combatientes siguieron delinquiendo.
La mayor preocupación ronda en torno a las probabilidades de reincidencia delictiva por parte de los integrantes de las Farc, lo que se configura como el principal riesgo de seguridad que vivirá el país en el periodo del posconflicto. Sin embargo, según los datos conocidos, este riesgo es bajo, pues del total de guerrilleros desmovilizados individualmente en los últimos años, solo el 7% han reincidido, mientras que para el caso de paramilitares la reincidencia llegó al 22%. Cabe resaltar que en la cifra de los paramilitares tiene gran influencia su desmovilización como grupo. Por su parte, de acuerdo con estudios realizados por la agencia de reintegración, se pudo establecer que mientras el grado de reinserción de un preso en algunas de las cárceles del país es del 70%, entre los desmovilizados de la guerrilla es menor al 24%.
Por su parte, hay aspectos acordados en La Habana respecto a la reintegración de los militantes de las Farc que generan polémica e incertidumbre en especial el periodo de dos años durante el cual el Estado les brindará una manutención con el fin de llevar a cabo el proceso de reintegración a la vida laboral. Sin embargo, según el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, los desmovilizados de las Farc tardarían entre tres y cuatro años en vincularse laboralmente, creando dudas sobre la correcta aplicación de la política acordada. De acuerdo a lo afirmado por el directivo, el riesgo incrementa, pues en caso de no lograr este acelerado proceso de reinserción laboral en dos años, la probabilidad de reincidencia delictiva es latente. Adicionalmente, es importante resaltar que, según la Agencia Colombiana para la Reintegración, de los 54.839 participantes de la ruta de desarme, desmovilización y reintegración, al 31 de junio de 2012, el 33,2% abandonaron el proceso de reintegración y el 2% perdieron los beneficios por faltas o delitos.
En conclusión, a pesar del esfuerzo realizado para el logro del acuerdo que ponga fin al conflicto con las Farc, la historia demuestra que lo pactado no garantiza totalmente la no disidencia y la reincidencia de sus miembros, y que existe una probabilidad que integrantes del grupo guerrillero insistan en mantener su vida delictiva o que en un futuro decidan retomar las armas como medio de sustento, creando limitaciones sobre los factores socioeconómicos positivos que pueda devengar la finalización de la guerra con las Farc.
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