ChatGPT y otros chatbots similares están revolucionando el mundo por su eficiencia, simplicidad y su capacidad de aprender automáticamente en su contacto continuo con los humanos (Chatbots, Ventajas y Desventajas de las Inteligencias Artificiales).
La invención del ChatGPT sin duda será uno de los grandes hitos del mundo tecnológico, su poder disruptivo en el mundo de la IA puede ser comparable a la de la calculadora electrónica o la del primer teléfono inteligente en la industria tecnológica; sin embargo, está suponiendo preocupaciones para los gobiernos, las empresas y las personas frente a la manera adecuada de regular estas nuevas tecnologías para impedir que traigan más perjuicios que beneficios a la sociedad (Los Temores que Despierta ChatGPT).
Hasta el momento, ChatGPT ha sido bloqueada en China, Irán, Rusia, Corea del Norte e Italia, además, países como Estados Unidos, Alemania, España, entre otros, estudian formas de regular esta y otras herramientas de IA. En Colombia, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) también adelanta una investigación para verificar si ChatGPT infringe las regulaciones establecidas en el país para la protección de datos personales, esta indagación se hace con el apoyo de la Red Iberoamericana de Protección de Datos, institución a la que están adscritos otros 15 países de la región.
Por el momento, la SIC ha recomendado a los colombianos, “consultar la política de privacidad asociada a este servicio, que valoren la conveniencia de aportar datos personales y consultas que realicen, además de tomar con cautela la información que el servicio les suministra, mientras se surte el proceso administrativo que adelanta la autoridad”.
En Italia se generó recientemente la primera experiencia de regulación del ChatGPT a escala nacional, después de la suspensión inicial del servicio, la autoridad nacional de protección de datos italiana (GPDP) permitió que ChatGPT volviera a funcionar siempre que su creador, OpenAI, garantizara las siguientes condiciones:
1) Informar de manera clara y accesible sobre el procesamiento de datos en ChatGPT.
2) Eliminar cualquier referencia a la ejecución de un contrato como base legal para el procesamiento de datos de los usuarios.
3) Debe permitir que los usuarios puedan solicitar rectificaciones sobre sus datos personales o eliminación de estos.
4) Debe implementar un sistema de verificación de edad.
5) Debe llevar a cabo una campaña de información sobre el uso de datos personales de usuarios con fines de entrenamiento de algoritmos.
Esta experiencia podría ser el referente para nuevas regulaciones de herramientas de inteligencia artificial en Europa y América, sin embargo, las preocupaciones frente al riesgo del uso inadecuado del ChatGPT no son exclusivamente gubernamentales, a nivel sectorial, los sistemas educativos de diferentes países han alertado del perjuicio que puede traer el uso de la herramienta.
El sistema educativo de Nueva York fue uno de los primeros en prohibir el uso del servicio en sus aulas, alegando que ChatGPT y otros chatbots similares “no ayudan al pensamiento crítico ni (refuerza) capacidades de resolución de problemas, que son esenciales para éxitos académicos y vitales”, según expreso Jenna Lyle, portavoz del departamento de educación en dicha ciudad.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió que se estudiaran los riesgos que tiene el uso de estas herramientas de inteligencia artificial como método de apoyo en la toma de decisiones médicas, también alertó de que estos servicios pueden usarse para generar y difundir desinformación altamente convincente que dificulta al público diferenciar entre el contenido falso y verdadero.
Por otra parte, algunas empresas ya han decidido prohibir el uso, en España, Telefónica, BBVA y Redeia (Red Eléctrica) han vetado o limitado la implementación de la herramienta por parte de sus empleados, esto con el objetivo de evitar riesgos relacionados con la filtración de datos, por esta misma razón, incluso las más grandes compañías tecnológicas del mundo como Apple y Samsung, han prohibido el uso de ChatGPT y otras herramientas de inteligencia artificial, otras compañías que también decidieron regular el uso de chatbots son: Bank of America, Citi, Deutsche Bank, Amazon, Verizon, Wells Fargo, Accenture, Goldman Sachs, Wells Fargo, JPMorgan, Verizon, Walmart, entre otras.
Incluso el CEO de OpenIA, Sam Altam, declaró ante el Senado de Estados Unidos que regular las herramientas de inteligencia artificial será fundamental para limitar los riesgos a los que se exponen sus usuarios, en el mismo espacio se sugirió la posibilidad de crear una agencia de regulación similar a la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Por el momento, es difícil prever el impacto que tendrán estas herramientas a nivel de empleos destruidos, nuevos riesgos creados para las empresas y países, nuevas formas de delinquir, etc., asimismo, no se puede calcular su contribución a la mejora en los procesos en las empresas, el avance en conocimiento, etc., demostrando esto que el debate ético no podrá ser suprimido nunca en beneficio del avance tecnológico.
