¿Qué pasa si se combina inteligencia artificial con computación cuántica?… Pensemos en el sector salud, la inteligencia artificial puede analizar las bases de datos para identificar potenciales candidatos para un medicamento, predecir sus efectos y optimizar su tratamiento clínico; la computación cuántica llevaría esas simulaciones a procesos con una predicción más adecuada de la eficacia y seguridad de la medicina.
Lo anterior se aplicaría, a su vez, en finanzas para encontrar operaciones mucho más rentables, en logística para optimizar rutas con menor consumo de combustible, en energía con paneles solares que se mueven automáticamente según la mejor posición solar, mejores métodos encriptados para combatir el cibercrimen, entre otros.
La inteligencia artificial se separa en discriminativa y generativa, siendo el machine learning la base de ambas, en la primera, la tecnología utiliza algoritmos que analizan datos históricos para encontrar patrones que predicen comportamientos; estos patrones son similares a los usados por la segunda, que es la que puede crear nuevo contenido a partir de los datos analizados, bien sea texto, video, audio, y que en la actualidad la vemos en aplicaciones como ChatGPT.
La computación cuántica busca construir computadores mucho más potentes que permitan resolver problemas más complejos que no logran ser resueltos con las técnicas de la computación clásica. En detalle, se utiliza el principio de la superposición, que es la habilidad de existir no en un solo estado a la misma vez; en computación significa que en vez de usar los bits 0 y 1 para representar datos, se usan los qbits, donde el 0 y el 1 se pueden usar al mismo tiempo. Su aplicación está en la teleportación (comunicación al instante), optimización del trading, procesamiento de múltiples papers para encontrar hallazgos científicos, sostenibilidad con creación de materiales resilientes, entre otros.
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