Recientemente el Consejo de Estado falló a favor del científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo para que pueda seguir haciendo sus experimentos científicos con monos del género Aotus Nacymaae, según el científico, vitales en la investigación para desarrollar la vacuna contra la malaria, tema que abre un debate sobre la utilización de animales para fines científicos.
www.sxc.hu Autor: teslacoils
Este fallo le pone fin a una batalla que había estado librando el científico después de que en el 2012 presentaran una acción popular interpuesta en contra de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic), Corpoamazonía y el Ministerio de Ambiente que reclamaba que se revocara el permiso para la experimentación con los primates.
Esta polémica ha sido la más reciente en Colombia, sin embargo, la experimentación con animales es un tema que siempre ha despertado sensibilidades, hay quienes están a favor o en contra, unos dando mayor prioridad a los animales y otros reconociendo las vidas que se salvan gracias a estas experimentaciones.
Las primeras referencias de experimentación animal se le atribuyen al médico y filósofo griego Galeno de Pérgamo en el II D.C, quien diseccionaba cerdos y vacas e introdujo esta práctica como un método experimental para probar técnicas quirúrgicas antes de aplicarlas en pacientes humanos.
Desde el siglo XVII empezó a generalizarse la experimentación con animales de la mano del filósofo francés René Descartes, quien argumentaba que los animales no sufrían por ser carentes de alma. Partiendo de esta teoría no había quienes se preocuparan por los animales. En el siglo XIX resalta la figura de Louis Pasteur, químico que experimentó la vacuna del ántrax en las ovejas, del cólera en las gallinas y de la rabia en los perros. Poco a poco, a partir de esa fecha, se fue acogiendo la práctica. En el siglo XX tuvo lugar una gran expansión de todas las ciencias biomédicas experimentales y ya contando con anestésicos para las experiencias indoloras permitió grandes avances con menos sufrimiento animal.
Sin embargo, para la época y con un mayor conocimiento del tema, las protestas en contra de esta práctica se hicieron cada vez más evidentes y para el mundo científico se volvió un gran dolor de cabeza. El número de activistas que se sumaron al llamado por la libertad de los animales fue cada vez más sonoro.
A través de los años fueron surgiendo organizaciones como PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) que después se convirtió en la organización por los derechos de los animales más grande del mundo, concentrándose en el uso para laboratorios científicos.
Ahora bien, la pregunta que surge en toda esta polémica y teniendo en cuenta todos los puntos de vista, es si es necesaria la utilización de animales para la experimentación científica. Algunas empresas se han comprometido a investigar sus productos sin necesidad de usar animales en el proceso, utilizando tejidos de piel humana reconstruida en laboratorios para dichos fines, evitando al máximo testear sus productos finales en seres vivos.
Varios científicos, entre ellos Patarroyo, ha defendido la experimentación con animales partiendo del argumento de la efectividad que se podría lograr por ejemplo en vacunas que contribuirían a salvar vidas humanas.
La polémica sigue y la expectativa está en la ciencia para que logre crear procesos experimentales que permitan el desarrollo de nuevas y mejores técnicas medicinales que preserve tanto la vida animal como la humana.
