Desde hace más de 5 años el voto electrónico en Colombia ha sido una posibilidad con detractores y defensores, ¿ha llegado el momento de una reforma en la registraduría que implemente este desafío en las elecciones nacionales? Uno de los cambios mencionadas por el gobierno actual abre la posibilidad de que esto se convierta en una realidad. De acuerdo con la Misión de Observación Electoral (MOE) en Colombia, se presentan irregularidades en más de 80 municipios en jornadas electorales y es allí donde el voto electrónico busca disminuir estos fraudes, pero, ¿realmente se solucionará el problema de raíz o solo cambiará la forma de ejecutar la irregularidad?
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Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han permitido la automatización de procesos empresariales y cada vez se acerca más al sector público y sus procesos, pues por su complejidad de gestión y magnitud de los datos están expuestos constantemente a errores humanos, por esto, necesitan migrar a alternativas donde el riesgo sea menor y la efectividad de ejecución mejore significativamente.
Por lo anterior, en Latinoamérica las tecnologías que están en capacidad de gestionar la información y cuentan con respaldo de ciberseguridad han empezado a participar como agentes relevantes y cuestionables en las jornadas electorales y el gobierno colombiano ha propuesto la aceleración de la decisión final de implementación del voto electrónico para las elecciones de 2023.
Según el proyecto de ley 111 de 2022, estos son los principales cambios en el proceso electoral colombiano:
Jornada electoral más larga y con transporte gratis: 1 hora adicional a lo ejecutado en elecciones anteriores y con garantía de gratuidad en movilidad.
Voto electrónico y biometría: migrar hacia la tecnología en la ejecución del voto, no solo el día pactado de elecciones sino 8 días antes de las mismas. Además, se verificaría identidad en puestos de votación con el apoyo de biometría.
Depuración del censo electoral: A 2027 se debe realizar un censo actualizado de los colombianos, además de realizar pedagogía para actualizar datos de domicilio cuando sean modificados por los ciudadanos.
Encuestas y propaganda electoral: actualizar las normativas que rigen la publicidad digital, tanto por correo electrónico como por redes sociales y las firmas encuestadoras deberán compartir la copia de los contratos celebrados en los últimos 3 años. (con entidades públicas y privadas)
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¿Donald Trump perdió las elecciones por el voto electrónico?
De acuerdo con Steve Bannon, asesor de Trump, “el voto electrónico es para desechar votos y su uso hace perder la soberanía”. En Estados Unidos hubo una gran polémica surgida por la ejecución del voto electrónico, Donald Trump ha denunciado que los votos electrónicos a su nombre fueron trasladados a favor de su contrincante, el presidente actual de EEUU. Se habló incluso que Smartmatic, software a cargo de la votación electrónica fue la principal demandada por los abogados de Trump, llegando a señalar que detrás de esta compañía había intereses socialistas desde Venezuela. Las demandas generadas no tuvieron trascendencia y el escrutinio final no tuvo modificación.
El voto electrónico no asegura el alcance o cobertura de todas las personas aptas para votar y justo ahí es donde yace el problema y riesgo de fraude independiente del país donde se lleve a cabo. En esta situación las personas de generaciones mayores estarían arduamente afectadas e incluso habitantes de zonas donde la tecnología no tiene cobertura, entonces, en estos casos no solo se impactará negativamente un candidato sino un derecho legítimo de cada ciudadano.
El voto electrónico en América Latina
Brasil y México están bajo la mirada global de los expertos en elecciones políticas, pues en estos países ya se ha implementado el voto electrónico.
En Brasil, se percibió algo similar a Estados Unidos, el candidato perdedor señaló y demandó su contrincante haciendo énfasis en la metodología de sufragio como mayor problema de soberanía y legitimidad en la votación.
México, por su parte, advierte que esta alternativa no sería viable a corto plazo y tampoco sería más económico que la manera tradicional. Además, también aseguran que el objetivo principal no es desaparecer el órgano encargado del orden electoral sino atacar la corrupción y evitar los fraudes electorales.
Costa Rica, Ecuador, Venezuela y Paraguay también han construido estrategias para la ejecución del voto electrónico.
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