La economía colombiana se proyecta con un crecimiento para los próximos años, impulsada principalmente por el dinamismo en el consumo de los hogares. Sin embargo, la fragilidad de la inversión, una inflación persistente y un elevado déficit fiscal son los principales desafíos para consolidar una senda de desarrollo sostenible.
Según el diario Occidente, que cita la Guía 2026 de Bancolombia, la economía del país crecerá un 2,6 % en 2025 y acelerará ligeramente a un 3,0 % en 2026. El pilar de esta actividad seguirá siendo el consumo privado, que representa cerca del 77,0 % del PIB, sostenido por el flujo de remesas y la mejora del mercado laboral. No obstante, la inversión se mantiene estancada en niveles bajos, alrededor del 17,0 % del PIB, una cifra insuficiente para las necesidades de modernización del país.
En el panorama sectorial, se espera que los servicios, especialmente en entretenimiento, actividades financieras y comercio, continúen liderando el crecimiento. Por su parte, la construcción y la manufactura, que han enfrentado años de contracción, muestran señales de recuperación para 2026, gracias a la estabilización de costos y la expectativa de nuevos proyectos de vivienda e infraestructura. En contraste, la minería y el agro enfrentan un panorama más complejo debido a la volatilidad de los precios internacionales y los desafíos climáticos. El déficit fiscal, que se proyecta en -6,5 % del PIB para 2026, se mantiene como una de las principales alertas para la estabilidad macroeconómica.
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