Según datos recientes del Ministerio de Educación de Colombia, la deserción escolar ha experimentado un preocupante aumento en el último año. En 2023, un total de 473.780 menores abandonaron las aulas, superando la cifra registrada en 2022, que fue de 337.104.
La directora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Pontificia Universidad Javeriana, Gloria Beltrán, advierte que muchos niños que debieron aprender a leer durante el período de confinamiento no lo hicieron de manera adecuada, lo que puede impactar negativamente en su desarrollo educativo futuro.
La falta de infraestructura educativa y la ausencia de medidas efectivas de seguimiento a los estudiantes que abandonan las escuelas son otros factores determinantes en este problema. El senador Guido Echeverri propone medidas como garantizar la efectividad del Plan de Alimentación Escolar y mejorar las estructuras físicas de las instituciones educativas para contrarrestar esta tendencia.
La deserción escolar es mayor en las zonas rurales, donde la tasa alcanza el 5,4%, en comparación con el 3,6% en las áreas urbanas. En respuesta a esta disparidad, se está considerando una iniciativa en el Senado para cerrar las brechas educativas y nivelar las condiciones de los niños afectados.
La senadora Soledad Tamayo, del partido Conservador, destaca la necesidad de abordar las desigualdades exacerbadas por la pandemia, especialmente para aquellos estudiantes que enfrentaron dificultades para acceder a la educación debido a la falta de equipos tecnológicos o a la distancia de las instituciones educativas.
La deserción escolar en Colombia es un problema creciente que requiere medidas urgentes y coordinadas para garantizar el derecho a la educación de todos los niños y jóvenes del país, independientemente de su ubicación geográfica o situación socioeconómica.
Lea también: MinTIC ejecutó el 95% del presupuesto en educación digital e innovación