Colombia se ha trazado la meta de reducir sus emisiones en un 51,0 % para 2030 con respecto a 2020 y alcanzar la carbono neutralidad en 2050, un objetivo que implica que entre el 40,0 % y el 70,0 % de su energía deberá provenir de fuentes limpias en la próxima década. Para lograrlo, el país está impulsando proyectos de energías renovables en diversas regiones, con un enfoque en la energía eólica, solar y el hidrógeno verde.
Según un informe de la revista Semana, una de las principales apuestas está en La Guajira, donde se desarrollan 17 parques eólicos. En esta región, el principal desafío es la integración y el diálogo con las comunidades indígenas para asegurar una transición justa. Por su parte, Antioquia está impulsando soluciones descentralizadas como paneles solares en zonas rurales y la creación de un “Hub de Hidrógeno Verde”.
A pesar de los avances, Colombia enfrenta desafíos estructurales como la capacidad de transmisión limitada, largos trámites ambientales y la desconfianza de algunas comunidades. Expertos señalan que, más que una transición, el país necesita una expansión energética baja en carbono para cubrir la demanda de millones de personas que aún no tienen acceso a la energía.
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