Colombia podría enfrentar un déficit de energía firme a partir de 2026 debido al aumento de la demanda y la baja entrada de nuevos proyectos de generación, según un estudio de la Universidad Nacional. Actualmente, el margen entre oferta y demanda no supera el 3%, lo que deja al país vulnerable ante cambios en las condiciones climáticas o retrasos en proyectos de infraestructura.
La región Caribe se posiciona como un epicentro para los desarrollos de energía verde, con proyectos solares y eólicos que buscan reducir esta brecha. Según diario El Heraldo, el 54% de los nuevos proyectos de generación se concentran en esta zona, con compañías como Isagen liderando el cambio con iniciativas como Guajira I y Wesp 01, que aportan 32 megavatios al Sistema Interconectado Nacional (SIN). También se destaca la granja solar Bosques Solares en Sabanalarga, Atlántico, que genera 100 MW, suficientes para abastecer a 400.000 personas.
Expertos del sector energético subrayan la necesidad de complementar estas fuentes renovables con hidroeléctricas, que pueden asegurar un suministro constante las 24 horas del día y mantener la estabilidad del sistema. Además, se estima que se requerirán más de $30 billones en inversión durante los próximos cinco años para garantizar la infraestructura necesaria.
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