Contrario a la preocupación inicial, la llegada de tiendas de descuento (hard-discount) a los municipios de tamaño intermedio en Colombia ha generado un impacto positivo en el empleo, después de la apertura de la primera tienda en estos lugares, la tasa de ocupación es aproximadamente 4 puntos porcentuales por encima en comparación con aquellos donde no operan estos formatos.
Según un informe del Banco de la República, el estudio no encontró efectos negativos claros sobre el empleo informal, donde se ubican principalmente los propietarios de las tiendas de barrio. Por el contrario, se observaron resultados positivos en los indicadores de empleo formal y en la recaudación de impuestos, lo que sugiere un impulso a la formalidad económica.
La investigación utilizó técnicas econométricas para comparar la evolución de variables económicas y de empleo en municipios con y sin presencia de estas tiendas, como D1 y Ara. Los resultados positivos y persistentes sugieren que las tiendas de descuento generan beneficios a través de encadenamientos con el aparato productivo local.
Estos encadenamientos se darían principalmente con los sectores agrícola y manufacturero, que crecen para satisfacer la nueva demanda de productos de marca propia que caracteriza a estos formatos.
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