En vista de la alta presencia de la enfermedad de pudrición del cogollo en el Magdalena, ya son 2 mil las hectáreas afectadas, de un total de 60 mil, es decir, el 3,3% de la siembra. Según afirma Luis Humberto Martínez Lacouture, gerente del Instituto Colombiano Agropecuario – ICA, la única forma de contrarrestar este efecto es intensificar la vigilancia y prevención de las palmas enfermas de manera que no contagien a las demás.
Para ello, recomiendan el mantenimiento de los drenajes dentro y fuera de los predios como estrategia para salvar a las siembras restantes, ya que se ha visto como en otras regiones, la enfermedad ha arrasado con toda la producción.
Martinez añadió que “El ICA estudia la posibilidad de declarar en cuarentena los predios en los que sus propietarios no permitan realizar las actividades de censo, control y eliminación de las palmas afectadas”.