La comunidad de indígenas Sikuani cuyo resguardo se encuentra en Mapiripán, Meta, mostraron su inconformismo frente a la siembra de 818,97 hectáreas de palma de aceite por parte de la empresa Poligrow. Varias organizaciones sociales apoyan a la población afirmando que la empresa genera altos niveles de afectación al medio ambiente por el requerimiento de grandes cantidades de agua para su desarrollo y a las comunidades indígenas. Expertos dicen que “estos cultivos podrían generar sequías que terminan por afectar la vida de diferentes especies de animales y las fuentes hídricas subterráneas”.
Los predios donde se quiere sembrar son: La Cristalina, el Mojadero, el Yamú, el Bogante y el Cazualito; todas declaradas como territorios ancestrales y parte de la restitución de tierras. Anteriormente, Poligrow adquirió la laguna sagrada de las Toninas para instalar plantas extractoras para el procesamiento de la palma africana y en este lugar se les prohibió a las comunidades indígenas la práctica de actividades ancestrales.