El índice de precios de los aceites vegetales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) registró un aumento del 7,1 % en julio, alcanzando su nivel más alto en los últimos tres años. Este comportamiento, impulsado por el alza en las cotizaciones de los aceites de palma, soya y girasol, fue el principal factor que presionó el índice general de precios de los alimentos.
Según el informe de la FAO, el índice general de precios de los alimentos promedió 130,1 puntos en julio, un 1,6 % más que en junio, aunque todavía se encuentra un 18,8 % por debajo del máximo alcanzado en marzo de 2022. El alza en los precios de los aceites vegetales y de la carne (1,2%) contrarrestó las caídas registradas en los índices de los cereales (0,8%), los productos lácteos (0,1%) y el azúcar (0,2%). La caída en el precio de los cereales se debió a una menor cotización del trigo y el sorgo, que compensó el aumento del maíz y la cebada.
Por su parte, el índice de precios de la carne alcanzó un nuevo máximo histórico, impulsado por el encarecimiento de la carne de bovino y ovino. En contraste, el índice de los productos lácteos registró su primera caída desde abril de 2024, debido a los menores precios de la mantequilla y la leche en polvo.
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