El sector palmero en Colombia ha enfrentado un año desafiante debido al fenómeno de El Niño, que causó una caída del 8% en la producción durante los primeros cuatro meses del año. Según Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de Fedepalma, la producción en abril fue de 670.000 toneladas, comparadas con 727.000 del año pasado, y se prevé una disminución anual de entre 100.000 y 130.000 toneladas.
Ante estos desafíos, el sector se prepara para nuevas regulaciones, como la directiva de deforestación del Pacto Verde Europeo que entra en vigor el próximo año. Pérez Marulanda destacó los esfuerzos en georreferenciar los predios de palma y en monitoreo satelital de la deforestación, confirmando que la deforestación no está vinculada con el cultivo de palma en Colombia.
Además, se han invertido recursos significativos en la preparación para cumplir con estas regulaciones, utilizando fondos principalmente del sector palmero. El gobierno ha apoyado el uso de recursos parafiscales en estos esfuerzos, aunque no se espera que el mercado europeo pague precios más altos por el aceite de palma bajo estas nuevas normativas.
En cuanto a las exportaciones, Colombia ha visto un cambio en sus destinos, donde México se ha convertido en el principal mercado debido a una caída en la producción de Centroamérica. Esto ha permitido que la demanda mexicana sea suplida con palma colombiana, mientras que las exportaciones a Europa han disminuido temporalmente.
El sector también está avanzando en el campo de los biocombustibles, participando en la mezcla del 10% de biodiésel a partir de aceite de palma y explorando el desarrollo de biocombustibles avanzados para aviación.
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