Teniendo en cuenta que la mayoría, por no decir que todos, los agroquímicos demandados en el país son importados, se pensaría que el contrabando fuese la última razón para que el sector se preocupara. Pero no es así, y lo deja ver la fábrica de productos agroquímicos que fue desmantelada en Villa del Rosario, Cúcuta, Norte de Santander; donde las autoridades lograron desmantelar un laboratorio artesanal de elaboración de productos agroquímicos que pretendían ser comercializados simulando ser productos originales.
Entre las sustancias decomisadas, se encontraron 1.077 litros de un producto agroquímico altamente reconocido, 200 bolsos de insecticidas, 2.623 etiquetas adhesivas, 16 plantillas metálicas con logos de diferentes marcas agroquímicas, 3 bultos de talco industrial, 400 sobres vacíos para el reenvase de fungicidas, una selladora de bolsas metálicas, 30 envases vacíos y 4 cajas de fungicida adulterado, entre otros equipos de oficina. La mercancía que tiene un valor aproximado de 200 millones de pesos, sería puesta en el mercado de la región por un valor cercano a los 500 millones.
Las autoridades de control, argumentan que el caso es sumamente delicado teniendo en cuenta que si bien los agroquímicos debidamente registrados impactan el medio ambiente; las derivadas del contrabando –adulteradas, impactan el medio ambiente y de paso el bolsillo de quienes los adquieren, que por lo general corresponden a pequeños y medianos productores.
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