La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó el 4 de julio el inicio del fenómeno de El Niño. Se espera que la variable climática tenga un impacto negativo en la economía de América Latina, ya que podría generar sequías, inundaciones e incendios forestales, según el portal AgroNegocios.
Moody’s, una agencia de calificación crediticia, advirtió que los gobiernos, las empresas y la infraestructura de América Latina tendrían menos flexibilidad financiera para hacer frente a las consecuencias si se compara con el fenómeno de El Niño de 2016. El impacto en el PIB de América Latina dependerá de su intensidad. Un evento fuerte podría provocar un bajo crecimiento económico, la acumulación de deuda, mayores tasas de interés y crecientes riesgos políticos.
La ganadería y el agro serían algunos de los sectores más afectados por El Niño. Se anticipa que habrá sequías en el norte de Brasil, Colombia y Panamá, y fuertes lluvias en los países costeros del Pacífico. El clima más seco también aumentaría la probabilidad de sufrir incendios forestales.
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