La cosecha de arroz recolectada en abril de 2025 representó pérdidas económicas para los agricultores colombianos debido a los precios bajos pagados por la industria molinera, los cuales no cubrieron los costos de producción. A esto se sumó la presión sobre la oferta nacional, con un inventario de 1,3 millones de toneladas.
Según el Diario El Nuevo Siglo, el gerente general de Fedearroz, Rafael Hernández, señaló, la ausencia de una política de precios de sustentación y la falta de mecanismos adecuados de comercialización son las principales causas de la crisis. Señaló que, aunque los arroceros lograron cosechar, no obtuvieron utilidades por la venta del grano, lo cual genera incertidumbre frente a futuras siembras.
El dirigente gremial cuestionó la falta de respaldo institucional, advirtiendo que se requiere una intervención urgente por parte del Gobierno Nacional para evitar un deterioro mayor en el ingreso de las familias que dependen del cultivo de arroz. Además, según Hernández, se deben establecer medidas de fondo para proteger a los productores en momentos de bajos precios. La situación actual evidencia la necesidad de una política agraria más estructural que asegure la rentabilidad del cultivo y fomente la permanencia de los agricultores en el campo.
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