Las condiciones climáticas a las que se ha visto expuesta la agricultura en los últimos años han impactado severamente la productividad. No solo aconteció el evento de La Niña más largo registrado, sino que también fue uno de los que más pérdidas ocasionó debido a la gran cantidad de precipitaciones. Tal hecho provocó un aumento de la demanda de seguros, con un total de 26.000 beneficiados en 2022.
Según Fasecolda, el número promedio de beneficiarios fue de 5.000 cada año entre 2016 y 2019, aumentando a 29.000 en 2020, cuando comenzó la pandemia. De los 26.000 asegurados del año pasado, el 97 % correspondió a productores a pequeña escala. Las agremiaciones del sector revelaron que el año pasado se protegieron 165.000 hectáreas de cultivos, 48.858 animales pecuarios, 489.500 aves y 3.572 toneladas de pescado.
Si bien las cifras no han sido consolidadas hasta ahora, las aseguradoras pagaron más de $57 mil millones el año pasado a agricultores cuyas inversiones y proyectos se vieron afectados por diferentes razones.