En Colombia se utiliza el efectivo en el 90% de las operaciones diarias. Por ello, el Banco Interamericano de Desarrollo y Bancolombia realizaron una inversión hace cuatro años por 1,7 millones de dólares, con el fin de reducir el efectivo transado entre poblaciones rurales.
Gracias a este programa, se logró implementar los sistemas de giros y créditos de bajo monto y la apertura de 281 corresponsales bancarios y 30.412 cuentas en 16 municipios de los departamentos de Antioquia, Boyacá, Córdoba, Sucre, Meta, Cauca, Caquetá y Santander.
El programa estudiaba a las comunidades y la administración que le daban al dinero, para identificar necesidades y ofrecer otros canales. Según el director de inclusión financiera de Bancolombia, Mauricio Múnera, “encontramos que las costumbres de las personas tenían al efectivo como el rey, manejarlo era señal de poder, parece algo general en zonas rurales del país. Además, hay personas que para enviar dinero a sus hijos lo hacían a través de un conductor que iba hasta una ciudad, así hay varias costumbres que se tuvieron en cuenta para crear los productos”.
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