La tasa de usura en Colombia sigue su trayectoria descendente, una tendencia que se inició en los primeros meses del año pasado durante lo que se conoció como la “guerra de tasas” entre los bancos. En medio de la alta inflación que afectó a los colombianos en 2023, esta reducción se ha convertido en un alivio para quienes buscan créditos.
Según la Superintendencia Financiera, la tasa de usura para febrero será del 34,97%, mostrando una leve disminución en comparación con enero, cuando se ubicó en 34,98%. Es importante destacar que en enero se experimentó una significativa caída de casi tres puntos porcentuales.
Este descenso muestra que la tasa máxima que los colombianos pueden enfrentar al solicitar un crédito continúa su tendencia a la baja. Desde mayo de 2022, ha disminuido alrededor de 1.000 puntos básicos, reflejando el compromiso de los bancos con condiciones más favorables para los usuarios.
En una entrevista con el diario La República, Mario Pardo, presidente del BBVA, destacó el comportamiento positivo de este indicador. Sin embargo, señaló que no se espera que las caídas durante este año sean tan significativas como las del periodo anterior. La afirmación sugiere que, aunque la tendencia a la baja persiste, podría haber cierta estabilización en la reducción de la tasa de usura a lo largo de 2024.
La evolución de la tasa de usura se convierte en un aspecto clave a seguir para los consumidores y el sector financiero, ya que impacta directamente en las condiciones de endeudamiento y el acceso al crédito en el país.