En Colombia el 96,4 % de las compañías son mipymes, y aportan al PIB el 40 %. Sin embargo, el deterioro en el acceso de las pequeñas y medianas empresas al sistema financiero formal ha generado una disminución en los saldos de cartera, aumento en las tasas de morosidad y menor capacidad de ahorro, así lo aseguró Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, y Anif, en su último estudio.
De acuerdo con Asobancaria, las entidades tienen áreas especializadas para atender a estas empresas, “la cartera de este segmento empresarial, con corte a abril de 2018, ascendió a $71,7 billones, lo que representa el 28,7% de la cartera empresarial, el 17% de la cartera total de los bancos y el 7,5% del PIB”, pero el 2017 cerró con resultados negativos.
Por su parte, la Gran Encuesta a las Microempresas, del centro de estudios de Anif, apunta a que pocas empresas se financian formalmente, representando el 44% del total y las aprobaciones superan el 90%. Por otro lado, las limitaciones en el ingreso de este tipo de empresas impiden el ahorro y cuando se presenta, se guarda el dinero informalmente, ya sea por los impuestos o la desconfianza. Según el estudio menos de 35% de estas empresas ahorró durante el segundo semestre del 2017.
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