El gobierno de Gustavo Petro radicó ante el Congreso su propuesta de reforma tributaria el lunes 8 de agosto, en este se plantearon medidas para las bebidas azucaradas que serán debatidas próximamente.
En el proyecto se argumenta que el consumo de bebidas azucaradas es uno de los principales causantes de enfermedades como diabetes y tipos de cáncer, con el impuesto se busca desincentivar su consumo y reducir los gastos del sistema de salud asociados a la incidencia de estas enfermedades. Además, el Banco Mundial ha explicado que un impuesto conforme a la concentración de azúcar de los productos “incentiva a los productores a reformular sus productos en función de reducir el nivel de azúcar que contengan”.
Si se llega a aprobar esta reforma, las bebidas que tendrían impuesto serían: bebidas a base de fruta en cualquier concentración, zumos, néctares de fruta, mezclas en polvo, bebidas azucaradas, bebidas energizantes, bebidas saborizadas, cualquier bebida que contenga azúcares añadidos o edulcorantes, bebidas gaseosas o carbonatadas, bebidas deportivas, refrescos, aguas endulzadas o saborizadas, bebidas a base de malta. También serán susceptibles de gravamen los concentrados, polvos y jarabes que, después de su mezcla o dilución, se excluyen los edulcorantes sin aporte calórico.