La entrada en vigor de un arancel del 50,0 % sobre el café de Brasil en Estados Unidos ha paralizado los nuevos acuerdos comerciales con el mayor productor mundial, generando una oportunidad para que otros países proveedores, como Colombia, ganen participación en el mercado norteamericano. Los compradores estadounidenses están evitando nuevos contratos y buscando alternativas para no asumir los altos costos.
Según un informe del portal AgroNegocios, que cita a corredores y tostadores, los acuerdos entre Estados Unidos y Brasil se han “estancado por completo”. Brasil generalmente abastece un tercio del café sin tostar que se consume en EE. UU., por lo que la medida está obligando a los compradores a buscar nuevos orígenes para sus mezclas.
Colombia, junto con Vietnam y Honduras, es uno de los principales proveedores de café para Estados Unidos en términos de cantidad. La situación ya está generando movimientos en el mercado, y según Tomás Araujo, operador de StoneX, los exportadores colombianos no han ofrecido precios, posiblemente a la espera de que la cotización aumente en los mercados internacionales aún más por la escasez del grano brasileño.
Aunque muchos tostadores se resisten a cambiar sus mezclas tradicionales, la magnitud del arancel hace que sea “abrumador e insuperable” para las pequeñas empresas. Esto está llevando a que compañías como Zaza Coffee ya busquen activamente reemplazar el grano brasileño con café de Centroamérica, Perú y México, consolidando la oportunidad para los competidores de Brasil.
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