A pesar de las adversidades climáticas, Colombia superará su meta de producción de café en 2024, alcanzando cerca de 13 millones de sacos de 60 kilos. Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), destacó que el país ya rompió la barrera de los 12 millones de sacos en los últimos 12 meses.
Este logro es el resultado de las inversiones en fertilización y la renovación de cafetales, lo que ha incrementado la productividad por hectárea. En 2023, se renovaron 72.000 hectáreas, y para este año, la FNC tiene la ambiciosa meta de alcanzar las 100.000 hectáreas renovadas. Los esfuerzos han sido claves para hacer frente a fenómenos como El Niño, que este año provocó una floración inusual en los cafetales debido a la escasez de lluvias y el aumento de la intensidad luminosa.
Además, los avances científicos del Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé) han permitido desarrollar cafetales más resistentes y resilientes, preparados para afrontar los efectos del cambio climático.
El incremento en los precios del café también ha favorecido al sector colombiano. Este 25 de septiembre, la carga interna de café arábica en Colombia alcanzó los $2,24 millones, un nivel que no se veía en tres años. El aumento, que sigue la tendencia observada desde finales de agosto, ubica al café pergamino seco en su valor más alto desde octubre de 2022, cuando la carga se cotizaba en $2,25 millones. A nivel internacional, el precio del café colombiano alcanzó US$2,69 por libra en la bolsa de Nueva York, una de las cifras más elevadas en los últimos diez años. El alza se debe, en parte, a las condiciones de sequía en Brasil, el mayor productor mundial de café, que han afectado sus cultivos y limitado su capacidad de recolección, beneficiando así a los caficultores colombianos.
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