Los caficultores han tenido que ingeniarse otras alternativas de fertilización para mantener la producción del café y la rentabilidad de sus tierras; ya que, en solo 16 meses, el precio del bulto de fertilizante químico ha subido aproximadamente $165.000 COP.
En Vergara, Cundinamarca, un caficultor ha implementado 3 estrategias para contrarrestar los altos costos del saco de fertilizante. La primera es mezclar cal con mucílago y dejarlo fermentar por mes y medio, además de procesar los frutos del café para producir abono orgánico. La segunda es abrir su finca para el turismo. La última es utilizar una máquina que reduce la mano de obra, ahorra el 70% de agua y disminuye la contaminación de residuos.
Otro caficultor en Matanza, Santander, reveló que ha venido implementando el uso del vermicompost, lo que le ha permitido ahorrar dinero; mientras que un médico veterinario en La Palma, Cundinamarca, manifestó que ha contrarrestado la subida de los precios de los fertilizantes utilizando el estiércol vaca y mezclarlo con la pulpa de café.