Este año, los futuros del café han experimentado una notable recuperación, alcanzando niveles máximos no vistos desde 2008. La producción en Vietnam, uno de los principales productores de robusta, ha sido severamente afectada por la sequía, empeorando las perspectivas de suministro. Según Daria Efanova, jefa de investigación de Sucden Financial, aunque la sequía ha complicado la evaluación del daño general a la cosecha de 2024-25, el clima sigue siendo el factor predominante en el análisis de cultivos.
Efanova menciona en su informe que, aunque el corto plazo puede seguir siendo accidentado, el pronóstico a largo plazo es moderadamente alcista. Las oscilaciones de precios en un periodo de 60 días se han mantenido cerca de su nivel más alto desde 2008, reflejando la incertidumbre y volatilidad del mercado.
La semana pasada, los futuros más activos alcanzaron un nuevo máximo antes de caer hasta un 2,7% el lunes, para luego recuperarse. Esta volatilidad ha sido impulsada por las continuas preocupaciones sobre la escasez de oferta, lo que llevó a aumentar apuestas alcistas netas en robusta a un máximo de cinco semanas el 4 de junio, según datos de la bolsa.
El café arábica también ha visto un incremento en la volatilidad debido a preocupaciones climáticas y una creciente demanda especulativa, exacerbada por una crisis en el mercado del cacao. Esta combinación de factores ha mantenido a los mercados de café en un estado de alta incertidumbre, con fluctuaciones de precios que reflejan tanto la preocupación por la oferta como las dinámicas de demanda especulativa.
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