Las reservas de café de Brasil, mayor productor en el mundo, podrían llegar a mínimos históricos debido a condiciones climáticas adversas. El presidente del Consejo Nacional del Café de Brasil, Silas Brasileiro, indicó que, para marzo de 2023, las existencias de grano podrían llegar a solo 7 millones de sacos, lo que sumado a la escasez mundial y la inflación que sigue en aumento, amenaza una subida de los precios. Así mismo, las bajas existencias globales han generado un alza del 11% interanual en el valor de los futuros del café arábica en la Bolsa de Nueva York.
Las condiciones climáticas ocasionadas por el fenómeno de La Niña no solo están afectando las cosechas de Brasil por la sequía, sino las de Colombia, segundo proveedor mundial de café arábica por un exceso de lluvias, y las de otros proveedores como Guatemala, Vietnam, Honduras y Nicaragua. En el caso específico de Brasil, las reservas “son tan escasas que, aunque tengamos una buena cosecha el año que viene, Brasil apenas tendrá suficiente para atender la demanda”, advierte Nelson Carvalhaes, miembro de la junta directiva del grupo de exportadores Cecafe. La situación presiona aún más la escasa oferta mundial, y teniendo en cuenta que la demanda mundial de café ha crecido 1,5%, tras un aumento del 2% el año pasado, según datos de la universidad de Sao Paulo, en 2022 por segundo año consecutivo se presentaría un exceso de demanda. “Los precios globales seguirán subiendo, y la incertidumbre sobre la oferta brasileña es una de las principales razones”, expone Guilherme Morya, analista económico senior de Rabobank.