Con el fin de sanear la situación financiera con los acreedores, la compañía Manufacturas de Cemento S.A., dueña de la marca Titán, fue admitida a reorganización por la Superintendencia de Sociedades el pasado 16 de enero. Un análisis arrojó que la crisis pudo ser generada por parte de las filiales en el exterior y una multa en un caso de posible cartelización.
De acuerdo con el comunicado “la deudora no podrá realizar enajenaciones que no estén incluidas en sus negocios ordinarios, ni constituir cauciones sobre bienes del deudor sin autorización de un juez”. Adicionalmente, no tiene permitido hacer pagos ni arreglos relacionados con sus obligaciones, ni adoptar reformas estatutarias.