La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) informó que, al cierre de 2024, la demanda de gasolina en Colombia cayó un 5,9%. La disminución se debe, en gran medida, al incremento en los precios internacionales del crudo, contrabando en la frontera y a las políticas gubernamentales que fomentan el uso de energías limpias y la eficiencia energética.
De acuerdo con La República, esta contracción en el consumo de combustibles fósiles no sólo impacta el mercado energético, sino que también contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, alineándose con los compromisos ambientales del país. Sin embargo, el menor consumo de gasolina tiene un efecto directo en la recaudación fiscal. En 2024, los impuestos a los combustibles generaron ingresos por 9,1 billones de pesos.
Ante este panorama, la ACP ha enfatizado la importancia de establecer estrategias que permitan una transición equilibrada hacia energías más limpias, sin comprometer la sostenibilidad económica del sector. La entidad advierte que es fundamental encontrar un balance entre la reducción del consumo de combustibles fósiles y la estabilidad de las finanzas públicas, dado el impacto que esta tendencia podría tener en el presupuesto nacional y en la infraestructura del país.
Te puede interesar: Colombia proyecta producir 100 millones de galones de combustible sostenible de aviación para 2035