La situación se debe a que la producción nacional de las refinerías no crecerá al mismo ritmo que la demanda de combustible en el país.
Según el diario La Opinión, que cita proyecciones de la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme), las importaciones de gasolina podrían llegar a 127.000 barriles diarios en 2040. En contraste, la producción conjunta de las refinerías de Cartagena y Barrancabermeja aportaría solo 90.000 barriles diarios para esa fecha.
A pesar de una desaceleración temporal en el consumo entre 2023 y 2024 por el alza de precios, la tendencia general de la demanda sigue en ascenso, impulsada por el crecimiento del parque automotor. Esta situación difiere de la del diésel, pues aunque se necesitarán importaciones por 43.000 barriles diarios para 2040, la producción nacional mantendrá un papel predominante.
El informe de la Upme también señala que este aumento en las importaciones, concentradas en la región Caribe, requerirá una ampliación en la capacidad de transporte de hasta 150.000 barriles diarios para garantizar el suministro. A largo plazo, factores como la electrificación vehicular, donde se espera que los eléctricos representen el 50,0% de las ventas de carros nuevos para 2030, podrían moderar estas proyecciones de consumo.